Gobernador
de Herat
Jefe
militar afgano restablece la policía religiosa de los
talibanes
El
Mercurio
Jueves
7 de febrero de 2002
Agentes de Ismail Khan recorren
la ciudad vigilando el modo de vida de la población.
Doug Struck, The Washington Post
HERAT.- La policía religiosa de los derrotados talibanes, la que encarcelaba a los hombres por afeitarse y utilizaba látigos para hacer cumplir su versión de la moral islámica, no desapareció por completo.
En una casa de concreto en las afueras de la ciudad de Herat, en el oeste de Afganistán, Sayid Mohammad Hussein Husseini se presenta como jefe de la policía religiosa. Ésta es diferente de la antigua policía, declara: "Ya no encarcelamos a la gente. El simple hecho de que usted esté aquí demuestra cómo hemos cambiado".
Sin embargo, entre el círculo de hombres barbudos y con túnica que están sentados a su alrededor en la oficina había al menos un funcionario de la policía religiosa talibán. Otro hombre reconoció que "algunos de los antiguos policías religiosos todavía están entre nosotros".
Su presencia lleva a algunas personas a preguntarse si las nuevas autoridades en Herat, bajo la dirección del jefe militar Ismail Khan, son muy diferentes de las antiguas. Hay una policía religiosa y hombres que refuerzan la intolerancia a una política alternativa.
Superficialmente hay signos de cambio. Un estado de ánimo de celebración prevalece en Herat. Las tiendas de música tocan ésta a todo volumen, lo que estaba prohibido bajo los talibanes. Los videocasetes hacen furor. Las niñas están volviendo a la escuela por primera vez en más de cinco años. Los hombres jóvenes se han afeitado la barba. "Estamos felices. Tenemos nuestra libertad ahora", dijo Ghulam Mohammed, estudiante de 19 años.
Sin embargo, Khan, quien ya fue gobernador de Herat de 1992 a 1995 y recuperó la ciudad cuando los talibanes se fueron, tiene detractores.
"La única diferencia entre los talibanes y el nuevo gobierno es que ellos no usan turbantes", aseguró un almacenero de 23 años. "Hemos probado numerosos gobiernos en Afganistán. Los talibanes fueron los peores", manifestó un taxista. "Pero en Herat, Ismail Khan no es mucho mejor".
Hay toque de queda nocturno, el cual lo hacen cumplir estrictamente hombres con armas automáticas. De día, reclutas del ejército privado de Khan recorren las calles.
Labor educativa
Husseini, el jefe de la policía, dijo que la labor de la policía religiosa bajo el nuevo gobierno en Herat es la "educación. Simplemente queremos mostrar al pueblo la forma religiosa de vivir".
No obstante, Naji Bullah, de 28 años, propietario de una tienda de videocassettes y CD, no está seguro. "Hace unos 10 días, la policía religiosa entró y dijo que no teníamos permiso para colocar posters de cantantes femeninas en la vitrina", contó. "Cuando el gobierno cambió, anunciaron que éramos libres de hacer lo que quisiéramos. Pero ahora el punto de vista ha cambiado", señaló.
En una entrevista reciente, Khan no dio la más mínima explicación. "Tal vez no les guste la regularidad y la disciplina aquí", aseveró. "Yo soy militar y tengo un sistema legal y hemos dado seguridad a toda la población".
El jefe militar ha despertado la preocupación en el gobierno interino de Hamid Karzai, quien ayer viajó a Herat para entrevistarse con Khan. Kabul teme que pueda crear su propio reino en el oeste de Afganistán.
Pentágono admite error
El Pentágono admitió ayer que en una incursión realizada el pasado 24 de enero en Afganistán, fuerzas militares norteamericanas mataron por equivocación a 15 combatientes afganos de Kabul y capturaron a otros 27 milicianos.
"Hemos concluido que no se trataba de talibanes ni de miembros de Al Qaeda", afirmó el mayor Ralph Mills, al referirse al ataque contra un depósito de armas que Kabul mantenía en el pueblo de Hazar Qadam. Agregó que los 27 capturados serán liberados.
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