Estados
Unidos
Libertades
públicas sufren un "grave retroceso"
El
Mercurio
Domingo
28 de octubre de 2001
Según Human Rights Watch,
la ley antiterrorista recientemente aprobada por el Congreso
permite la detención por sospecha de vínculos
terroristas con un mínimo control judicial.
Erika
Lüters Gamboa.
Algunas de las medidas adoptadas por EE.UU. debido a la guerra contra del terrorismo internacional causan "graves retrocesos" en materia de libertades públicas en ese país, según José Miguel Vivanco, director para América Latina de Human Rights Watch (HRW).
De acuerdo al experto, la ley antiterrorista aprobada por el Congreso norteamericano "contempla serios problemas desde el punto de vista constitucional y en cuanto a obligaciones internacionales relacionadas con los derechos humanos".
- ¿De qué manera se limitan las libertades públicas con
esta ley?
"El punto fundamental de la estrategia policial es reducir radicalmente los derechos de los inmigrantes de tal modo que se permita a la policía su detención por sospechas de actividades terroristas, definidas en términos muy amplios".
"En principio, permite la detención por siete días, pero ésta puede ser indefinida ya que la situación del procesado no está sujeta a una revisión judicial periódica".
"La posibilidad de escuchar conversaciones telefónicas privadas y de revisar los mensajes vía Internet se puede prestar para abusos. La tentación que existe en esta situación de psicosis nacional es empezar a revisar normas que aseguran eficacia en la gestión policial y judicial creyendo que con ello se logran mayores niveles de seguridad".
- No obstante, el apoyo de la ciudadanía a esas medidas
y a los bombardeos es mayoritario.
"Los bombardeos en Afganistán cuentan, hasta ahora, con un apoyo acrítico de la gran mayoría de los norteamericanos. La ayuda humanitaria que se entrega estaría, para la opinión pública, paliando el desastre humanitario que éstos causan".
- ¿Cómo califica la entrega informativa de lo que sucede?
"Es bastante aséptica, carente de información concreta. El Pentágono produce y controla lo que se informa. Se lamentan las bajas de los civiles y todavía existe la noción de que las bombas que se lanzan son inteligentes, capaces de discriminar entre objetivos civiles y militares, aunque no ocurra así".
- ¿Se puede hablar de censura?
"Ha habido esfuerzos explícitos por parte de la Casa Blanca para que los medios de comunicación, especialmente la TV, tengan cuidado con lo que transmiten".
"Es en los momentos de crisis cuando se prueban los principios y creo que Estados Unidos, país campeón de las libertades públicas, como la libertad de expresión que es sagrada, está flaqueando".
- ¿Qué opina de la política exterior que ha desarrollado
el Presidente Bush tras la crisis?
"El mayor riesgo es que se traduzca en un retorno al ambiente de Guerra Fría, donde todo estaba permitido para la lucha contra el comunismo. Para ello se hacían alianzas con regímenes que se sabía que violaban los derechos humanos pero eran aliados estratégicos".
- Como el reciente encuentro entre Bush y el Presidente
chino, por ejemplo.
"Evidentemente que allí hay un grado de oportunismo de ambas partes. La política exterior de Estados Unidos se ha caracterizado en la época contemporánea por estar destinada a resolver problemas inmediatos. Aunque parezca extraño, Washington es reacio a involucrarse en problemas ajenos hasta que estalla una crisis y hay un interés norteamericano involucrado".
"Para resolver esa crisis, la práctica hasta ahora ha sido subordinar el resto de los intereses, especialmente el de los derechos humanos, con el propósito de alcanzar un objetivo que se estima tiene precedencia sobre el resto, en este caso es la lucha contra el terrorismo".
"Eso ocurre ahora con Pakistán, que tiene como gobernante a un dictador militar sujeto a sanciones. En este instante, Estados Unidos está dispuesto a guardar silencio frente a regímenes que no son democráticos pero que coyunturalmente en esta crisis son útiles".
"También es evidente esto en el propio Afganistán, donde se entrega apoyo a la Alianza del Norte, cuyos integrantes están involucrados en tantas atrocidades como las de los talibanes entre 1992 y 1996. Aquí se reproduce lo que ha sido el círculo vicioso del siglo XX: generar, por razones estratégicas, alianzas con personas o regímenes que en el mediano o largo plazo se convierten en un problema mayor para EE.UU. El mejor ejemplo de lo anterior es el mismo Osama bin Laden". |