Operación
en Afganistán
Un
mes de ataques con escasos logros
El
Mercurio
Miércoles
7 de noviembre de 2001
A pesar de los bombardeos, Estados
Unidos no ha capturado a Osama bin Laden, y no está claro
cuál es el daño real hecho a los talibanes.
WASHINGTON/AGENCIAS.-
Un mes después de iniciados los bombardeos de Estados Unidos
en Afganistán, nadie sabe exactamente cuál es el daño que
se ha hecho a los blancos militares de los talibanes o de
los miembros de Al Qaeda, ni cuántas son las víctimas y cuántas
de ellas fueron civiles o militares.
El Pentágono asegura que su operación "Libertad Duradera"
ha sido exitosa, que ha inutilizado todos los campos de entrenamiento
de la red terrorista liderada por Osama bin Laden (principal
sospechoso de los atentados del 11 de septiembre), limitando
al mínimo la capacidad de respuesta aérea del régimen talibán
y manteniendo una presión constante sobre Afganistán para
facilitar un ataque por parte de la opositora Alianza del
Norte.
Sin embargo, luego de cuatro semanas de bombardeos sobre Afganistán
han surgido dudas sobre la estrategia norteamericana: errores
que provocaron víctimas civiles; los talibanes, rápidamente
declarados "desmembrados", muestran una resistencia inesperada;
Bin Laden sigue amenazando y permanece escondido, y un opositor
a la milicia en el poder en Kabul fue ejecutado.
Incluso las autoridades han reconocido su frustración. El
secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, dijo que hallar a
Bin Laden era como encontrar "una aguja en un pajar", y tanto
el jefe del Estado Mayor Conjunto, Richard Myers, como el
jefe del Comando Central de EE.UU., general Tommy Franks,
admitieron la dificultad de localizar al saudita.
La campaña no ha estado exenta de contratiempos. Aunque las
informaciones son contradictorias, los talibanes aseguran
que Estados Unidos ha perdido un avión no tripulado y tres
helicópteros durante los operativos. Ayer mismo, las talibanes
dijeron haber derribado un helicóptero con cuatro tripulantes,
los que habrían fallecido. Sin embargo, EE.UU. sólo reconoce
la pérdida del avión robot y la muerte de dos tripulantes
de un helicóptero accidentado en Pakistán el 22 de octubre.
Señales
Hay señales de que el Pentágono internamente también evalúa
que los bombardeos no están resultando lo suficientemente
efectivos. Una de ellas es la decisión del Presidente George
W. Bush de no parar el ataque durante el Ramadán a pesar del
pedido de Pakistán de respetar el mes sagrado musulmán.
Otra señal es la decisión de avanzar hacia una segunda etapa
del ataque, con una fuerte utilización de tropas de tierra.
Los preparativos para esto incluyen un intenso intercambio
con Rusia para aprender todo lo posible de la invasión soviética,
y también la investigación de posibles bases operativas en
Tadjikistán, Uzbekistán, Kazajstán e inclusive dentro de territorio
no dominado por los talibanes.
La intensificación de los bombardeos sobre las líneas de frente
talibán del norte del país y la entrega de municiones y envío
de equipo y refuerzos a la opositora Alianza del Norte tampoco
parece tener resultados concretos.
Pese a que ayer la oposición afgana reivindicó la toma de
3 distritos clave (Zari, Keshendé y Ap Kupruk) en su lucha
contra fuerzas talibanes, no logran conquistar la estratégica
ciudad de Mazar-e-Sharif.
Un investigador del Instituto Mundial de Políticas, William
Hartung, resume este mes de bombardeos afirmando que "incluso
algunos de los más altos estrategas de Estados Unidos están
admitiendo que cada blanco militar en Afganistán ha sido ya
golpeado varias veces. Sin embargo, los talibanes se mantienen
en el poder y están tan fuertes como estaban antes del bombardeo.
Mientras, las víctimas civiles se incrementan".
Los talibanes han declarado que más de mil civiles inocentes
han muerto bajo el fuego estadounidense. Rumsfeld responde
que eso es "mentira". El Pentágono sólo admite unas pocas
víctimas fatales y destaca que los blancos se eligen cuidadosamente
para evitar la muerte de civiles.
"No creo que en la historia mundial haya habido una campaña
de bombardeos hecha con más cuidado y precisión", dice Rumsfeld.
Pero aún así, el bombardeo dio en una oficina de las Naciones
Unidas, donde mató cuatro personas, en un barrio residencial
cerca de Kabul y en un depósito de la Cruz Roja.
El 26 de octubre, Human Rights Watch (HRW) denunció que al
menos 23 inocentes, la mayoría niños, murieron en el bombardeo
de Estados Unidos contra el pueblo de Thori, a un kilómetro
de un blanco militar talibán. Días después la organización
informó que entre 25 y 35 civiles murieron en el pueblo de
Chowkar-Karez, en otro bombardeo estadounidense, y los supervivientes
declararon a HRW que no hay ningún objetivo militar cercano.
HRW también pidió no utilizar más las bombas racimo por considerar
que "causan muertes inaceptables de civiles tanto durante
como después del conflicto".
Aparte de esas bombas, EE.UU. ha usado las llamadas "corta-margaritas",
un artefacto de casi 7 toneladas lanzado en paracaídas y con
una sonda. Cuando toca el suelo, estalla a un metro del terreno
y crea una gran explosión que incinera todo lo que encuentra
en un radio de 500 metros. La onda expansiva se siente a varios
kms a la redonda. |