Zona
de Tora Bora
Afganos
denuncian masiva muerte de civiles por bombardeos a aldeas
El
Mercurio
Domingo
2 de diciembre de 2001
Aunque Washington lo desmintió,
testigos señalaron que hay más de 100 víctimas
fatales.
Marines estadounidenses instalan sacos de arena en sus
posiciones de mortero en el sur de Afganistán,
mientras un cartel les recuerda que las tropas de los
talibanes pueden estar en cualquier parte. |
Agencias
JALALABAD.-
Un bombardeo estadounidense que tenía por objetivo
la zona de Tora Bora - donde estaría refugiado el disidente
saudita Osama bin Laden- destruyó ayer tres aldeas
del este afgano y mató de 100 a 200 residentes, dijeron
testigos oculares.
Aunque las autoridades norteamericanas desmintieron la noticia,
la cadena informativa CNN citó al jefe de seguridad
regional de la provincia de Nangarhar, Mohammed Zeman, quien
confirmó el bombardeo, aunque estimó exagerado
el número de muertos.
"Hablamos con las autoridades en Estados Unidos ... y
les dijimos que sus bombardeos no daban en el blanco, que
había civiles allí, para que dejasen de bombardear
el área", indicó Zeman.
Los aviones realizaron cuatro pasadas sobre las aldeas, a
unos 50 kilómetros al sur de Jalalabad, y lanzaron
más de 25 bombas, dijo Lalgul, un agricultor que dijo
haber presenciado la acción y que ayudó a rescatar
a cuatro sobrevivientes.
"No ocurrió"
El mayor de la infantería de marina Brad Lowell, vocero
del Mando Central norteamericano en Tampa, dijo que aunque
las bombas alcanzaron un objetivo en el área, no fue
un blanco civil. Agregó que el relato de los testigos
"no ocurrió".
En Washington, el vocero del Pentágono Jim Turner dijo
que las imágenes de reconocimiento obtenidas por EE.UU.
muestran que las bombas más cercanas cayeron a 32 kilómetros
de Kama Ado, una de las aldeas supuestamente atacadas.
La aviación estadounidense bombardeó también
ayer sin cesar Kandahar, habiendo causado la muerte de al
menos 30 civiles que circulaban por una carretera entre esta
ciudad y Spin Boldak, informó la agencia Afghan Islamic
Press (AIP).
Cinco autobuses, un auto y cuatro tractores se encontraban
en el tramo bombardeado por los aviones norteamericanos, dijo
esta agencia.
El ex embajador de los talibanes en Islamabad, Abdul Salam
Zaeef, confirmó la noticia a la AIP, y agregó
que la milicia integrista derribó un avión estadounidense,
lo cual fue desmentido por el ejército norteamericano.
Salam Zaeef también dijo que los jefes talibanes dieron
órdenes de "defender Kandahar hasta el último
hombre", añadió.
"Nuestros líderes prefieren la muerte a la humillación",
declaró el antiguo embajador.
En este sentido, Ahmed Karzai, hermano de Hamid Karzai, quien
ha estado dirigiendo durante semanas la lucha de la tribu
pashtun contra la milicia integrista, dijo que las fuerzas
de su hermano, que han estado operando en la provincia de
Uruzgan, al norte de Kandahar, habían avanzado el viernes
hasta unos 25 kilómetros de la ciudad.
Asimismo, Karzai dijo que los combatientes tribales estaban
cerrando el área por donde los talibanes podría
intentar escapar, en vez de atacar directamente la ciudad,
a medida que tratan de persuadir a soldados desmoralizados
del movimiento a cambiar de bando.
Según informó ayer la emisora británica
BBC en una edición local, la Alianza del Norte enviará
a 4.000 hombres a Kandahar.
Por otra parte, el diario paquistaní "Baluchistan
Times", informó que los talibanes dijeron haber
matado a cinco soldados de élite estadounidenses en
un ataque suicida en la provincia de Kandahar, hecho que se
habría producido cerca de una base aérea a 20
kilómetros de la ciudad, dijo al periódico el
responsable de cuestiones fronterizas de los talibanes, Maulvi
Aminulá.
Finalmente, la milicia integrista entregó ayer en la
frontera con Pakistán a un periodista canadiense, Ken
Hechtman, que había desaparecido a inicios de esta
semana y al que, supuestamente, los talibanes rescataron de
sus secuestradores no identificados.
Sobrevivientes de motín
Más de 80 combatientes talibanes emergieron de las
ruinas de una fortaleza cerca de Mazar-e-Sharif en la madrugada
del viernes y se rindieron, luego de sobrevivir a la masacre
de cientos de prisioneros que protagonizaron una violenta
rebelión, informó "The New York Times".
"Nos rendimos porque no teníamos nada más,
no teníamos municiones ni armas ni comida", le
dijo al diario Abdul Jabar, de 26 años, oriundo de
Tashkent en Uzbekistán.
Los combatientes talibanes se encontraban en el sótano
de una escuela en la fortaleza de Qala-e-Jangi en el norte
de Afganistán, y resistieron cerca de una semana luego
que entre 400 y 600 prisioneros se rebelaron.
La Alianza del Norte dijo que unos 450 prisioneros murieron
en los combates con los guardias - quienes recibieron apoyo
de unidades de Estados Unidos y Gran Bretaña- y que
sus soldados habían sofocado los últimos focos
de resistencia el miércoles. |