Afganistán
ONU
estudia gobierno post talibán
El
Mercurio
Viernes
9 de noviembre de 2001
Emisario presentará un
informe sobre los tres aspectos de la situación en dicho
país: humanitario, político y de reconstrucción.
GESTIÓN.- El enviado para Afganistán
Lajdar Brahimi (izquierda) se reunió en Roma con
Mir Wais Zahir, hijo del rey Mohammed Zahir Shah. |
Afsane
Bassir Pour, Le Monde.
NUEVA
YORK.- Encargado del expediente afgano por segunda vez en
cinco años, el ex ministro argelino de Relaciones Exteriores
Lajdar Brahimi está en una buena posición para conocer a todos
los actores como también la dificultad de instalar un gobierno
afgano aceptable para las diferentes etnias pero también para
los países vecinos.
Sin embargo, el representante especial de Naciones Unidas para Afganistán, quien concluyó ayer una misión de dos semanas en la región con una reunión con el Presidente Jacques Chirac, muestra un optimismo prudente: "Nadie pretende que será fácil instalar un gobierno en Afganistán", declaró en una conferencia de prensa el martes en Teherán, "pero estoy bastante confiado en que los afganos comprenden, quizás por primera vez, que existe una oportunidad hoy que no deben desperdiciar".
El diplomático argelino debería presentar el lunes, en el Consejo de Seguridad de la ONU, su informe sobre los tres aspectos de la situación afgana: humanitario, político y de reconstrucción. Ya Francia y Gran Bretaña han preparado un proyecto de resolución.
Extremadamente preocupado por la situación humanitaria "catastrófica" en Afganistán, Brahimi, como también el Secretario General Kofi Annan, lanzaron en estos últimos días varios llamados para que la guerra termine lo antes posible.
El otro tema de preocupación concierne a la seguridad de Kabul. Hay varias opciones sobre la mesa entre las cuales "la menos deseable", según Brahimi, sería el despliegue de una fuerza de paz clásica de Cascos Azules de ONU.
Al conversar con "Le Monde", el Secretario General Adjunto encargado de las operaciones de mantenimiento de la paz, el francés Jean Marie Guehenno, explica también que el despliegue de Cascos Azules no se puede hacer más que con un acuerdo político "lo que por el momento no es el caso".
Es muy difícil para nuestro organismo, precisa, "planificar en lo abstracto puesto que nos faltan elementos básicos: la ONU, pero también y sobre todo las naciones potenciales que contribuyen con tropas, deben saber en qué situación envían a los soldados".
Consultado sobre la seguridad de Kabul, señala: "La seguridad de Kabul no es la misma si los talibanes continúan luchando o si renuncian a los combates".
Otra opción sería una fuerza multinacional, una operación militar con soldados de países "voluntarios" y un mandato del Consejo de Seguridad; esta fuerza tendría una capacidad "de acción más fuerte".
La otra posibilidad que indicó Brahimi es "una combinación de las dos, es decir los Cascos Azules más la fuerza multinacional". Se oye también en la entidad internacional la idea de una fuerza "puramente afgana", que se preferiría de buen grado en Nueva York: "Es evidente que mientras más se confíe la seguridad a los afganos, mayor valor tendrá".
"Fuera de cuestión"
En cambio la opción que más se menciona en Washington - en particular por el Secretario de Estado Colin Powell, aquella de la instalación de una "administración de Naciones Unidas" como en Kosovo o en Timor Oriental- , sigue estando, según personeros del organismo, "completamente fuera de cuestión".
Tan difícil como la seguridad es el problema de la autoridad provisoria que sucedería a los integristas talibanes en Kabul, Afagnistán. Los occidentales, pero también Brahimi, atribuyen un rol bastante importante, aunque simbólico, al ex rey Mohammed Zahir Shah.
De paso por Roma, el miércoles, Brahimi indicó que Teherán mantenía sus reservas sobre este punto. Irán, dice, no apoya "lo suficiente" al rey. Ahora bien, insistió, "nosotros queremos ayudar al pueblo afgano de todos los modos posibles e imaginables y conversamos con todas las partes con el objeto de preparar el futuro, pero insisto, el rol de Irán y de Pakistán es de vital importancia, puesto que cada uno de estos países tiene intereses y temores que son absolutamente legítimos y que se tendrán que tomar en cuenta sin lugar a dudas".
Cita de líderes mundiales
La ONU recibe por una semana a partir de mañana sábado en Nueva York la mayor reunión de líderes mundiales desde los atentados del 11 de septiembre a fin de revitalizar una coalición antiterrorista amenazada de debilitamiento por la prolongación de la guerra. Unos 50 jefes de Estado y de Gobierno y más de 110 ministros de Relaciones Exteriores son esperados para la cita anual del debate general de la Asamblea General.
Uno de los primeros oradores la mañana del sábado será el Presidente norteamericano George W. Bush. Debería permanecer en Nueva York hasta el domingo para celebrar entrevistas bilaterales con muchos líderes, en particular con el Presidente paquistaní, Pervez Musharraf, un aliado clave de la coalición antiterrorista.
Respecto al tema del futuro afgano, el Presidente francés, Jacques Chirac, expresó su confianza de que la ONU adoptará un proyecto de resolución que propone el establecimiento de un gobierno de transición que reemplace a la milicia talibán en Afganistán. |