Estas imágenes satelitales, entregadas por el Departamento de Defensa norteamericano, muestran los efectos de los ataques aéreos aliados sobre un campo de entrenamiento terrorista en Afganistán.

ISLAMABAD.- Sulaiman BuGhaith, vocero del grupo Al Qaeda del saudita Osama bin Laden, dijo ayer que "los estadounidenses deben saber que la tormenta de los aviones (secuestrados por terroristas suicidas) no se detendrá", en un mensaje divulgado por la cadena televisiva Al-Jazira de Qatar.

"Estos jóvenes que atacaron Estados Unidos haciendo estallar aviones en Washington y Nueva York llevaron el combate al corazón de Estados Unidos, y esta guerra seguirá hasta que Estados Unidos deje de apoyar a los judíos (en Israel) y ponga fin al injusto embargo contra el pueblo iraquí que costó la vida de un millón de niños", dijo.

"La tempestad de aviones no se detendrá, si Dios quiere, porque miles de nuestros jóvenes desean morir tanto como los estadounidenses quieren vivir", agregó.

En Washington, la Casa Blanca dijo al respecto que "si faltaban pruebas de que ese grupo de terroristas lanzó un ataque contra la libertad y la civilización sólo queda ver ese mensaje".

En tanto, las fuerzas estadounidenses y británicas reanudaron la noche del martes los ataques contra Afganistán, y la ONU informó que en la ofensiva aliada del lunes pasado murieron cuatro de sus trabajadores civiles en Kabul. Una tercera oleada nocturna de la aviación norteamericana cayó ayer.

Según informaciones periodísticas paquistaníes, los ataques se habrían concentrado en la zona norte y noreste de Kabul, la capital, donde se halla la sede de la emisora oficial talibán, Radio Sharia.

La Alianza del Norte, el grupo opositor armado afgano, expresó que bombas o misiles alcanzaron anoche a dos bases aéreas talibanas.