Osama
bin Laden quiere dotar a Al Qaeda de armas nucleares
El
Mercurio
Jueves
25 de octubre de 2001
Ex miembros de la organización
aseguran que el disidente saudita ha entablado contacto con
traficantes chechenos y sudaneses.
Seguidor de Bin Laden en Pakistán. |
Giles
Whittell, The Times
LONDRES.- Cuando Ahmed Salama Mabruk fue arrestado hace tres años en Bakú, la capital de Azerbaiyán, no se pudo confirmar lo que él decía saber. Pero aún hoy nadie se atreve a decir que miente.
Mabruk era un asistente personal de Ayman Al Zawahiri, el principal lugarteniente de Osama bin Laden en Al Qaeda. Fue extraditado a Egipto y ahora cumple una condena de 25 años. Durante el juicio intercambió algunas palabras con Mohammed Salah, reportero del periódico "Al Hayat" de Londres.
"Le pregunté si Al Qaeda tenía armas nucleares y me respondió que tanto ese grupo como la Jihad Islámica (grupo radical egipcio) las habían conseguido con la ayuda de varios países", afirmó Salah.
Compra en Sudáfrica
Jamal Ahmed al Fadl viajó a Jartum, la capital sudanesa, en 1993, con US$1,5 millón y la orden de Bin Laden de comprar uranio sudafricano para usarlo en armas pequeñas. Hizo contacto con un oficial del Ejército sudanés que le ofreció el producto en un cilindro de acero de 90 centímetros. Al Fadl recibió US$ 10 mil por su trabajo antes de ser removido.
Tres años más tarde, Al Fadl entró en una embajada estadounidense en África y se entregó. Ahora es la fuente más valiosa del FBI para obtener información sobre Bin Laden.
Durante gran parte de la década de los 90, se pensó que el contrabando nuclear a gran escala era fácil de detectar y, por eso mismo, muy improbable de producirse. Sin embargo, hoy se sabe que no es así.
La Unión Soviética, que fue la potencia nuclear más grande del mundo, con entre 15 mil y 40 mil armas nucleares y material fisionable suficiente para 40 mil más, ha sufrido en la última década la corrupción y la criminalidad. Esto, con su reserva nuclear en mal estado y vulnerable a la desesperación de los científicos que la crearon, que hoy ganan US$ 50 dólares mensuales en promedio.
El mercado negro de material nuclear soviético ha existido desde antes del fin de la URSS. A principios de los 90, las rutas de los contrabandistas partían desde Rusia y Ucrania hacia Europa del Este y Alemania. En 1994, la policía arrestó en el aeropuerto de Francfort a un colombiano en tránsito desde Moscú con un cargamento de plutonio en su maleta. A partir de ahí, los traficantes se desplazaron hacia el Cáucaso y Asia Central.
Un artículo aparecido en la revista árabe "Al-Watan" a principios de 1999 sostiene que Bin Laden compró 20 ojivas nucleares rusas obtenidas para él por la mafia chechena a cambio de US$ 30 millones en efectivo y dos toneladas de opio.
"Bin Laden ha estado tratando de poner sus manos sobre el uranio enriquecido por siete u ocho años", manifestó Robert Wolsey, ex director de la CIA.
¿Por qué EE.UU. no hizo más por detenerlo? Es una pregunta que atormenta. Pero las respuestas apuntan a que la comunidad de inteligencia se paralizó por rencillas internas, excesivas regulaciones burocráticas y las dudas sobre lo que se podría hacer para proteger la reserva nuclear de Rusia y evitar que ese país siga perdiendo científicos.
Además, la CIA parece haber creído fuertemente en la suposición de que Bin Laden no podía tener armas nucleares, porque su construcción y mantención requiere de enorme voluntad política y los recursos de una nación que brinde su apoyo.
Creencia errada
Los expertos dicen ahora que fue una suposición falsa. La primera prueba que lo demuestra es de 1997, cuando el general ruso Alexander Lebed, luego jefe del Consejo de Seguridad Nacional de Rusia, declaró que no había nadie que respondiera por docenas, posiblemente cientos, de armas nucleares del tamaño de un maletín construidas en los años 70 y que eran "perfectas para el terrorismo nuclear y el chantaje".
La construcción en Pakistán de cerca de 120 ojivas nucleares le ha dado a Bin Laden la opción de robar material de ese tipo, ya que muchos agentes de inteligencia paquistaníes son partidarios de los talibanes. |