Periodistas
muertos el domingo no pensaban en riesgo
El
Mercurio
Martes
13 de noviembre de 2001
Efectivos talibanes atacaron
un convoy de la resistencia en el que viajaban siete reporteros
de distintas nacionalidades.
La francesa Johanne Sutton. |
PARÍS/AGENCIAS.-
Dos periodistas de Francia y otro de Alemania murieron el
domingo en el noreste de Afganistán cuando fuerzas del régimen
talibán emboscaron un vehículo blindado de la opositora Alianza
del Norte en el que viajaban, informaron las empresas para
las que trabajaban. El domingo se había informado de la muerte
de sólo uno de ellos.
Se presume que un cuarto periodista extranjero también falleció
en esta acción. Primero se dijo que era estadounidense, pero
fuentes diplomáticas afganas expresaron que se trataría del
ruso Yuri Nikzhuli.
Los reporteros radiales franceses Johanne Sutton, de 34 años,
y Pierre Billaud, de 31, y el alemán Volker Handloik, de 40
años, un periodista independiente que laboraba para la revista
Stern, viajaban sobre el techo de un vehículo blindado para
transporte de tropas cuando fueron emboscados.
Sutton trabajaba para la Radio France International (RFI)
y Billaud para la radio RTL, de Luxemburgo.
Primeros en morir
Son los primeros periodistas que mueren en la guerra en Afganistán
desde que comenzó el 7 de octubre la represalia militar liderada
por Estados Unidos contra los talibanes.
El hecho ocurrió en la zona de Dashtikalá, en la confluencia
de los ríos Kokcha y Piandzh, cerca de la frontera con Tadjikistán.
Colegas de los fallecidos afirmaron que los tres confirmados
como fallecidos eran parte de un grupo de siete reporteros
que emprendieron el viaje con fuerzas de la Alianza del Norte
para tratar de verificar las afirmaciones de la oposición
de que sus fuerzas habían capturado la población de Taloqan.
"Tres
de nosotros estábamos en la parte trasera del blindado y bromeábamos
de haber tenido que arrastrar a nuestro intérprete, que estaba
un poco renuente al viaje", dijo la reportera radial francesa
Veronique Rebeyrotte, quien acompañaba a Sutton y Billaud.
"Jamás pensamos que estábamos arriesgándonos", agregó.
Rebeyrotte y otro periodista en el grupo, Paul McGeough, del
periódico australiano "Sydney Morning Herald", dijeron que
fuerzas talibanes abrieron fuego contra el vehículo a corta
distancia, con armas semiautomáticas y granadas propulsadas
por cohetes.
Sutton, Billaud y Handloik fueron arrojados del techo del
vehículo, cuando frenó intempestivamente y dio marcha atrás.
"Tres de nosotros nos aferramos esperando nada más una muerte
sombría, pero sobrevivimos", dijo McGeough.
Rebeyrotte expresó que el vehículo blindado dejó tras sí a
los periodistas fallecidos y que sus cadáveres fueron recuperados
posteriormente por efectivos de la Alianza.
El Presidente francés, Jacques Chirac, dijo que los periodistas
galos habían pagado el precio más alto en el ejercicio de
su profesión.
Chirac elogió la "valentía de todos los periodistas que, a
nombre de la libertad y el derecho de informar, son llevados
a poner en peligro sus vidas", afirmó un vocero.
Los cuerpos de los periodistas franceses y alemán fueron trasladados
en helicóptero a Tadjikistán, informó la agencia Itar-Tass.
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