A
las 10.30 horas del lunes un sobre llegó al despacho del líder
de la mayoría demócrata en el Senado, Tom Daschle. Parecía escrito
por un escolar, el remitente decía Greendale School.
Con esta misiva la alarma por ántrax se disparó. Una de
las empleadas de la oficina de Daschle abrió el sobre y quedó
claro que el polvo blanco alcanzó el corazón político de los
EE.UU. Rápidamente avisó a la policía del Capitolio, pero
eso no evitó que la bacteria "Bacillus Anthracis" se propagara.
El martes la noticia recorrió todos los medios de comunicación:
31 personas, entre empleados de Daschle y policías del Congreso,
arrojaron positivo el test del ántrax. Pero eso no significa
que tengan la enfermedad o la desarrollen: entre ocho mil
y 50 mil esporas deben ser inhaladas para que alguien contraiga
ántrax respiratorio y el estado inmunológico del afectado
puede facilitar o no la contaminación.
Según el presidente de la Cámara de Representantes de EE.UU.,
Dennis Hastert, hay pruebas de que la bacteria se propagó
a través del sistema de ventilación del Senado. Eso explicaría
la decisión de clausurar el Capitolio hasta el martes.
Esporas livianas para Daschle
La cepa de la bacteria que llegó a la oficina de Daschle
habría sido preparada por científicos. Las esporas pulverizadas
a tal grado indicaban claramente cuál era la intención de
quien las envió: al ser más livianas y concentradas pueden
flotar en el aire y contagiar a un mayor número de personas.
Sobre las misivas con ántrax descubiertas los primeros días
de octubre en "American Media Inc.", Florida, algunos partidarios
de la línea dura del gobierno de EE.UU. apuntan hacia Irak
como responsable. Creen que el régimen de Saddam Hussein pudo
suministrar cultivos de ántrax al grupo de Mohamed Atta, líder
de los ataques suicidas del 11 de septiembre.
Responsables de la CIA y del Departamento de Defensa citados
esta semana por el semanario británico "The Observer" aseguran
que al menos las esporas inhaladas por dos empleados de la
compañía American Media Inc. pueden proceder de laboratorios
iraquíes.
La CIA está examinando las informaciones de los servicios
secretos checos sobre una supuesta reunión en Praga, la pasada
primavera, entre Mohamed Atta y Farouk Hijazi, ex jefe de
los servicios secretos del dictador iraquí. Atta también mantuvo
encuentros en el otoño de 2000 con el espía de Irak Ahmed
Samir al-Ahani.
Pero quienes apuntan a Irak como responsable sólo se han
referido hasta ahora a los casos de ántrax respiratorio en
la compañía "American Media Inc.". No está claro si comparten
esta tesis en el caso Daschle.
Los americanos están desconcertados. A la declaración del
director del FBI, Don Mueller, que aseguró no tener evidencias
de que los envíos de sobres con ántrax tengan relación con
el atentado del 11 de septiembre, se sumó este viernes la
del embajador talibán, mullah Abdul Salam Zaeef, quien negó
cualquier relación de su gobierno con los casos de ántrax
descubiertos en EE.UU.
Según el diario "The New York Times", varios de los secuestradores
vivieron en Nueva Jersey antes del atentado del 11 de septiembre
y fue justamente desde ahí que se enviaron los sobres contaminados
a Daschle y a la cadena informativa NBC. Y aunque no está
claro cómo se transportó el ántrax a "American Media" en Florida,
se descubrió que algunos de los secuestradores vivieron cerca
del edificio, entre ellos Mohammed Atta.
El comité de contingencia
La recompensa del Viejo Oeste no apunta ahora sólo a la
cabeza del líder talibán Osama bin Laden: un millón de dólares
ofrece el FBI por pistas que ayuden a identificar a los autores
de los sobres con ántrax.
Un dato: EE.UU. registró 235 casos de ántrax entre 1955
y 1994, 224 por vía cutánea y 11 por inhalación de esporas.
En cambio, Chile sólo en la última década ha reportado 240
casos. En 1990 hubo 43 y en 2000 ese número disminuyó a nueve.
Las denuncias de paquetes o cartas sospechosas no han arrojado
ningún resultado positivo. Primero, un sobre en el Observatorio
Astronómico El Tololo, IV Región. Se traslucían letras árabes
con la palabra "Yihad" (Guerra Santa) y polvo granulado. ¿Resultado?
Yeso molido.
Luego, una denuncia de turistas alojados en el Hotel Carrera,
otra de funcionarios de Investigaciones del Aeropuerto Arturo
Merino Benítez y la última en la empresa de gases industriales
Praxair, entre cuyos capitales se cuentan inversionistas estadounidenses.
Permanece la incógnita: ¿Estamos en Chile preparados
para recibir un ataque de ántrax?
Guido Girardi, presidente de la Comisión Salud de la Cámara
de Diputados, explica que hasta ahora no existía una acción
coordinada de Carabineros, Aduanas, Bomberos e Investigaciones.
"Bastaría con meter esporas de ántrax en un carta y mandarla
a Chile. O meter esporas en cualquier producto que llegue
a Chile. Estos ataques han sido selectivos, no masivos y estamos
lejos del foco de conflicto, pero eso no es excusa", dice.
Y agrega: "El otro día hubo una alarma en la IV Región...
cuando llegaron los carabineros no sabían qué hacer y abrieron
la carta. La abrieron con mascarilla y guantes que no sirven
de nada. ¡Y después la trajeron en bus a Santiago! Imagínate
qué habría ocurrido si se tratara de un agente infeccioso
y lo hubieran diseminado".
El lunes a las 10.00 horas, junto al diputado Patricio Melero
(UDI), Girardi se reunió con el ministro José Miguel Insulza
en La Moneda.
Al día siguiente, Insulza anunció la constitución de un
"Comité de Contingencia", en el que participarían representantes
de la Comisión Salud de la Cámara Baja, Aduanas, Carabineros,
Bomberos e Investigaciones.
Hasta ese momento el Gobierno había centrado sus esfuerzos
en el sector salud con la creación del Comité de Emergencia
Química y Bacteriológica. Ahora se formaría una comisión intersectorial,
a la que pertenecería el citado comité.
A las 10.00 horas del martes, las promesas de contar con
dos cámaras de bioseguridad, cuatro o seis escafandras para
buscar muestras en terreno e implementar kits de diagnóstico
recorrieron los medios de comunicación radiales y televisivos.
La Comisión de Contingencia hizo su estreno.
El vicepresidente José Miguel Insulza convocó al día siguiente,
a sus representantes a La Moneda. Llegó la ministra de Salud,
Michelle Bachelet; el subsecretario de Agricultura, Arturo
Barrera; la directora del ISP, Jeanette Vega; el jefe del
Estado Mayor de la Defensa Nacional, general Ricardo Gutiérrez,
y representantes del Servicio Agrícola y Ganadero (SAG), el
Ejército, la policía, aduanas, Bomberos y Correos.
El objetivo: avanzar en un plan contra el ántrax. Además,
iniciar gestiones para obtener la cepa del virus Vaccinia
y elaborar la vacuna contra la viruela. La administración
del Presidente George W. Bush también está preocupada por
un eventual brote de ese virus y negocia con cuatro compañías
farmacéuticas la adquisición de 300 millones de dosis de vacunas
contra la viruela.
Quedó claro cómo enfrentar cualquier carta o paquete sospechoso:
éste no debe ser intervenido. Hay que aislarlo con un plástico
o cualquier tipo de material. Luego salir del lugar donde
se encuentra y lavarse las manos con abundante agua y jabón,
además de llamar a Carabineros.
Pero creer que Chile cuenta con un plan de contingencia
acabado es un chiste. La reunión en La Moneda dejó en evidencia
que aún no se habían entregado instrucciones sanitarias a
Carabineros y que recién se estaban dando las primeras pautas
de coordinación entre los distintos organismos. "Se definieron
las responsabilidades de cada uno y se están adoptando los
resguardos frente a otros agentes químicos o bacteriológicos
- explica el senador UDI Carlos Bombal- . Espero que el Gobierno
no muestre en esto las descoordinaciones que han existido
en otros frentes".
Los ganaderos de la VIII y IX Región conocen de cerca los
efectos del ántrax, el también llamado "carbunco" o "carbluco".
Los brotes de febrero de 1996, localizados en Arauco y Paillaco,
y que dejaron un saldo de 12 personas hospitalizadas con lesiones
a la piel, permanecen en sus memorias.
Los brotes de la 'picá'
Algunos recuerdan los patrullajes desplegados en 1994 por
Carabineros, que en conjunto con el Servicio Agrícola y Ganadero
(SAG) se movilizó en todo el sector cordillerano de la provincia
de Colchagua con el fin de empadronar a sus arrieros y animales
frente al temor de una epidemia.
Basta echar un vistazo a las noticias de enero de 1994 procedentes
del sector El Carrizal, en la VI Región, para revivir el pánico
que se generó.
"En San Fernando aíslan a 15 mil ejemplares de ganado caballar,
vacuno, ovino y caprino", "una persona con síntomas de haber
ingerido la carne contagiada fue trasladada al hospital de
la ciudad", "se encontraron cadáveres de 25 vacunos y caballos
afectados por esa enfermedad, que es capaz de matar en una
semana y puede afectar al ser humano", decían algunas crónicas
de "El Mercurio" y "Las Ultimas Noticias".
¿Qué medidas adoptó el SAG para controlar la infección?
Primero, campañas de vacunación. Segundo, cuarentena del
predio e incineración o entierro de los animales muertos,
con la menor manipulación posible y en fosas de hasta tres
metros de profundidad, tapados con cal.
Hernán Rojas, jefe pecuario del SAG, explica que esto ha
permitido un descenso del carbunco: en 1993 hubo más de 70
animales enfermos y este año sólo uno.
La mayoría de los campesinos infectados desarrolló ántrax
cutáneo.
"En los campos chilenos esto se llama 'la picada' o 'la
picá' - cuenta Enrique Paris- . Provoca una lesión roja que
después adquiere un color negro, necrótico, como el carbón.
Y de ahí viene el nombre de la enfermedad porque ántrax en
griego significa carbón, y en latín, úlcera. La mortalidad
es baja, entre el 5 y el 15% de los casos", dice.
La "picá" chilena está controlada. Los americanos, en cambio,
no descubren un método para dejar el "Bacillus Anthracis Terrorista"
fuera de sus fronteras.
El anuncio de Bayer S.A.
La companía alemana anunció el miércoles que está triplicando
la producción del fármaco Cipro, luego que el secretario de
Salud, Tommy Thompson, reveló que el gobierno de EE.UU. va
a incrementar su inventario de drogas a fin de tener suficientes
para entregar tratamiento a 12 millones de personas por 60
días. Esto representa seis veces la cantidad promedio.
En Chile, el antibiótico Baycip - nombre que recibe el medicamento
en nuestro país- también es capaz de contrarrestar al "Bacillus
Anthracis" en la fase inicial del contagio. Está disponible
en el mercado desde 1987 y en los últimos días ha aumentado
levemente su venta.
Renate Flaskamp, directora médico de Bayer S.A., explica
que Baycip o Cipro cuentan desde el año 2000 con la aprobación
del FDA (Food and Drugs Administration).
El costo de Baycip es de aproximadamente 14 mil pesos la
caja con 10 comprimidos. En caso de ántrax, se requiere tomar
dos comprimidos diarios durante 60 días, es decir, 120 comprimidos.
Esto significa que una persona expuesta a la bacteria tendría
que gastar más de cien mil pesos en su tratamiento de prevención.
En el mercado nacional existen copias genéricas del producto
y con un costo menor. Es el caso de la Ciprofloxacina Clorhidrato
(Biosano), Ciprofloxacina (Chermopharma) y Ciprofloxacina
"L.Ch" (Laboratorio Chile). Contienen el mismo principio activo
que Baycip: la ciprofloxacina.
La doxiciclina y la penicilina, que pertenecen a otra familia
de antibióticos, también pueden ser eficaces contra el ántrax,
pero no se recomiendan en primera instancia. Sólo si se comprueba
que la bacteria es sensible a estos medicamentos.
La plaga de Egipto
La bacteria "Bacillus Anthracis" vive con el hombre desde
hace miles de años. Ya existía el 1250 a.C. En Grecia y Roma
hay casos descritos y se cree que una de las plagas que afectó
en tiempos de Moisés a los egipcios era justamente el ántrax.
También afectó a los campesinos ingleses que trabajaban
con la lana y por eso también se le llamó "la enfermedad de
los esquiladores".
Sólo en 1877 el bacteriólogo alemán Robert Koch aisló el
microorganismo y descubrió que el agente infeccioso era esta
bacteria que permanecía en forma de hibernación en la lana
como una espora y que se transmitía al mover ésta y aspirar
la espora.
La resistencia al ataque de los macrófagos - un tipo de
células encargada de defender al organismo- al penetrar por
vía aérea se la proporciona la cápsula, un envoltorio de ácido
glutámico que parece ser el responsable de la supervivencia
del bacilo en el proceso de deglución que realizan los macrófagos
ante cualquier elemento extraño en el organismo.
La peor epidemia de ántrax humano adquirido por inhalación
de esporas ocurrió en 1979 en la ciudad de Sverdlovsk, en
la ex Unión Soviética. Una explosión accidental en un complejo
militar liberó unos cuantos miligramos de esporas de "Bacillus
Anthracis" que causó al menos 69 muertos.