Estudio
del Pentágono
Piden
reducir armas nucleares de EE.UU.
El
Mercurio
Jueves
10 de enero de 2002
La
reducción del armamento no contemplaría su destrucción
definitiva con el fin de prever escenarios de futuras amenazas.
James
Dao, The New York Times.
WASHINGTON.-
Una revisión clasificada hecha por el Pentágono sobre política
nuclear solicitó una drástica reducción de las armas nucleares
de EE.UU. mientras se expande el uso de armas de precisión
convencionales y se construye un sistema de defensa de misiles,
de acuerdo a personeros familiarizados con el documento.
El estudio, llamado Revisión de la Postura Nuclear, supone
un nuevo concepto de disuasión post Guerra Fría y está destinado
a justificar una reducción radical del depósito nuclear de
Estados Unidos. De cerca de 7 mil armas el arsenal disminuiría
a mil 700 ó 2 mil 200, según precisó el Presidente George
Bush.
Sin embargo, la revisión no estipula la destrucción de las
armas removidas, según dijeron funcionarios del Congreso que
recibieron un informe sobre el estudio. Eso aumenta la probabilidad
de que las ojivas sean simplemente almacenadas, donde se las
pueda reactivar sin mucha demora.
Desarme a medias
En relación a la desactivación, numerosos demócratas y defensores
del control de armas sostienen que a menos que las ojivas
nucleares sean completamente desmanteladas, las propuestas
para reducir las reservas no harán nada por estimular a los
rusos a disminuir su arsenal de cerca de 6 mil armas.
Daryl Kimball, director ejecutivo de la Asociación de Control
de Armamentos, declaró que "si las armas nucleares a reducir
se mantienen intactas y disponibles para ser redesplegadas,
entonces las reducciones son una burla".
Con todo, funcionarios del Pentágono señalaron que la revisión
crea las bases para una nueva relación estratégica con Rusia,
algo que Bush prometió durante su campaña.
En ese momento, en una conferencia de prensa, Bush defendió
el despliegue de un escudo de defensa antimisiles como una
protección contra un ataque nuclear, considerándolo una mejor
opción que poseer solamente la capacidad de una represalia
nuclear a gran escala.
El documento del Pentágono indica que un perfeccionamiento
en las municiones podría permitir que las fuerzas armadas
utilizaran las poderosas bombas y misiles convencionales altamente
precisos para disuadir un ataque enemigo.
"Estamos viendo una transformación de nuestra postura de disuasión
desde un énfasis casi exclusivo en las fuerzas nucleares ofensivas
a una fuerza que integra defensas y ataques con armas convencionales
y nucleares", manifestó el subsecretario de Defensa, Paul
Wolfowitz.
Personeros del Congreso precisaron que la revisión propone
un plan de 10 años para reducir el arsenal norteamericano,
lo que para los demócratas y defensores del control de armas
es demasiado tiempo.
El informe recomienda que EE.UU. continúe con la moratoria
de ensayos de armas nucleares. Pero señala que si ésta se
levanta, el tiempo para preparar ensayos debe reducirse de
dos a un año.
El portavoz de la Casa Blanca, Ari Fleischer, manifestó ayer
que "el Presidente Bush no ha excluido a priori la posibilidad
de llevar adelante pruebas para tener la garantía de que el
arsenal atómico es confiable y seguro".
Varios altos comandantes militares se han resistido a la idea
de reducciones profundas en el arsenal nuclear y han declarado
que la amenaza de una represalia nuclear aplastante es necesaria
para disuadir ataques, ya sean nucleares, biológicos, químicos
o convencionales.
La Revisión de la Postura Nuclear podría apaciguar aquellos
temores al mostrar cómo las municiones no nucleares perfeccionadas,
una defensa antimisiles y, lo más importante, relaciones más
cálidas con Rusia harían que las armas nucleares fueran menos
cruciales.
Sin embargo, al no estipular la destrucción de esas armas,
la revisión parece reflejar las inquietudes de conservadores
y personeros militares que piensan que Rusia podría llegar
a ser otra vez un rival nuclear, o que China podría acumular
las armas nucleares suficientes para presentar una amenaza.
El mundo puede cambiar
Wolfowitz reconoció esas inquietudes y puntualizó: "Al reconocer
que el mundo puede cambiar en formas peligrosas e impredecibles,
estamos poniendo más énfasis en la infraestructura que permite
reconstruir armamentos o crear nuevos".
Bush prometió reducir el arsenal en reuniones en noviembre
de 2001 con el Presidente Vladimir Putin, quien dijo que también
planeaba ordenar disminuciones profundas.
En ese entonces, Bush pareció comprometerse con la destrucción
de muchas de las ojivas nucleares del arsenal activo. Pero
sus declaraciones fueron más tarde enmendadas por Condoleezza
Rice, la asesora de Seguridad Nacional, quien precisó que
sólo algunas de las armas serían destruidas. |