Ataque
estadounidense
Poderosa
aeronave artillada entra en combate
El
Mercurio
Miércoles
17 de octubre de 2001
El Hércules AC-130, de
vuelo bajo y un gran poder de fuego, atacó un baluarte
de los talibanes en la sureña ciudad de Kandahar, dando
inicio a una nueva etapa de este conflicto.
El uso de los AC-130 abre una nueva etapa de la ofensiva
aliada. |
KABUL/AGENCIAS.- Un avión artillado AC-130 "Spectre" de fuerzas especiales entró en acción por primera vez en el ataque encabezado por EE.UU. a Afganistán, ametrallando y cañoneando un baluarte talibán, mientras los cazas atacaban sitios militares ubicados al norte de Kabul, la capital del atribulado país.
Estos temidos aparatos de ataque y vuelo bajo, utilizados en la guerra de Vietnam y en Panamá (1989), pueden golpear con gran precisión en un centro urbano, pues están dotados de una increíble capacidad y concentración de fuego.
En Kandahar, el "Spectre", una versión mejorada del avión de transporte C-130 Hércules, hizo su fantasmal aparición volando a baja altura en la oscuridad y escupiendo fuego. El sonido de sus poderosos cañones podía ser escuchado a 50 kilómetros de distancia.
La principal misión de esta aeronave es "limpiar" el terreno de posiciones enemigas para el posterior avance de unidades militares pequeñas. También se les utiliza como apoyo para las fuerzas terrestres.
El primer uso de este tipo de aviones a hélice contra la sede talibán de Kandahar siguió a los ataques diurnos más intensos de la campaña y representó una intensificación de la ofensiva contra las bases y los dirigentes talibanes y un salto de calidad en la operación militar estadounidense contra el terrorismo.
Los ataques intensos a toda hora y el uso del AC-130 señalaron la confianza de Estados Unidos en que una semana de ataques con misiles navales y bombarderos a gran altura redujeron en gran medida la amenaza de la defensa antiaérea de los talibanes.
Se cree que a los talibanes les quedan algunos misiles Stinger, cuyo disparador se apoya en el hombro, y pueden derribar aviones.
Los ataques aéreos de ayer se centraron contra bases militares y aeropuertos próximos a la capital, Kabul; la sede de los talibanes en Kandahar, y la ciudad norteña de Mazar-e-Sharif. En esa ciudad, según los oficiales del régimen talibán, se registraron dos víctimas, mientras que 13 personas murieron durante los ataques en Kandahar.
Respecto a las incursiones aéreas masivas del lunes, el general Gregory S. Newbold, miembro del Estado Mayor Conjunto de Estados Unidos, informó en Washington que las fuerzas estadounidenses utilizaron "más de cien aviones", una cifra récord, en sus incursiones aéreas contra Afganistán.
Noventa de las aeronaves provenían de los cuatro portaaviones estadounidenses que están ubicados en el Océano Índico y atacaron específicamente campos de entrenamiento terrorista y sitios de defensa antiaérea talibán, señaló el general.
Más de 2.000 bombas y misiles han sido lanzadas desde el inicio de la campaña estadounidense, y sólo un bajo número ha errado en el blanco, según el general Newbold.
"Cuando hablamos de la cantidad de proyectiles perdidos, les puedo decir que sería minúscula en comparación con el total", pero agregó: "Cualquier (error) es inaceptable".
De hecho ayer, la sede de la Cruz Roja Internacional en Kabul fue alcanzada por dos misiles que destruyeron almacenes de trigo y de materiales para ayuda humanitaria. Un guardia de seguridad afgano fue gravemente herido.
Un edificio en el centro del complejo de siete bodegas fue alcanzado, de acuerdo con Robert Monin, jefe de la delegación de la Cruz Roja Internacional para Afganistán, con sede en Islamabad. Añadió que el fuego destruyó muchos bienes, incluidas cubiertas plásticas, frazadas y lonas. El funcionario precisó además que el edificio era claramente identificable por dos cruces rojas en el techo.
Blanco por error
El Pentágono reconoció que uno de sus aviones soltó por error bombas de cerca de 500 kilos sobre depósitos de la Cruz Roja, por creer que se trataba de locales que contenían equipamiento militar.
Es el segundo error admitido oficialmente por el Pentágono desde el comienzo de las operaciones militares aéreas en Afganistán. "Aunque la investigación continúa, los depósitos de la Cruz Roja formaban parte de varios edificios que fueron marcados como blanco porque los talibanes las utilizaban para almacenar equipamientos militares", señaló el Pentágono en un comunicado.
"Vehículos militares fueron vistos en las proximidades de estos depósitos. Las fuerzas de EE.UU. no sabían que la Cruz Roja utilizaba uno o varios depósitos", agrega la nota.
El sábado, EE.UU. reconoció un primer error, el envío de una bomba guiada sobre un barrio de Kabul, que dejó al menos cuatro muertos.
Rápido avance opositor
La Alianza del Norte, en su primera victoria importante, conquistó ayer el aeropuerto de Mazar-e-Sharif, la gran ciudad septentrional ocupada desde hace tres años por los fundamentalistas islámicos.
El ministro de Relaciones Exteriores de la Alianza del Norte, Abdullá Abdullá, a diez días de la iniciación de los bombardeos anglo-norteamericanos contra Afganistán, declaró ayer, coincidentemente, "concluida la primera fase" de la guerra.
Los opositores se encuentran ahora a unos 5 ó 6 kilómetros del perímetro urbano que defienden las milicias talibanes.
La ofensiva de los guerrilleros cuenta con la dirección del general Rashid Dostum, quien se encuentra al frente de unos 20 mil hombres, según declaraciones del líder de la oposición en una entrevista publicada ayer por el semanario ruso "Moskovskie Novosti".
El camino hacia el aeropuerto se abrió después de la conquista el lunes de dos pequeños centros en la periferia sur de la ciudad, Marmol y Sherdian, según declaraciones de fuentes oficiales de la Alianza del Norte.
La rápida avanzada de Dostum - que opera en el área desde hace semanas para reconquistar Mazar-e-Sharif- fue agilizada por la defección de miles de talibanes que pasaron a la Alianza del Norte, dijeron las mismas fuentes.
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