Ataques
norteamericanos
Poderosas
bombas caen sobre Afganistán
El
Mercurio
Viernes
12 de Octubre de 2001
Explosivos
"de racimo" y "antibunkers" golpearon objetivos
talibanes.
Pablo
Soto G., enviado especial.
WASHINGTON/
ISLAMABAD.- En medio de los ataques más persistentes
que se han registrado desde que Estados Unidos inició
sus operativos militares contra Afganistán el pasado
domingo, bombarderos norteamericanos B-52 y B-1 lanzaron ayer
bombas antipersonales de alto poder destructivo, dijeron fuentes
del Pentágono.
En las operaciones han participado aviones de la Fuerza Aérea
y la Marina de Guerra que, de acuerdo al Pentágono,
han concentrado sus ataques sobre instalaciones militares
y las tropas talibanes.
"Lanzamos muchas bombas", dijo un oficial del Pentágono,
quien agregó que entre los objetivos habían
cuarteles y puestos de comando, sobre todo en los alrededores
de la capital Kabul y la ciudad sureña de Kandahar.
Entre los armamentos usados se cuentan las denominadas "bombas
de racimo", que estallan al aproximarse a tierra liberando
decenas de bombas con compuestos altamente explosivos. Éstas
tienen el propósito de causar el mayor número
de muertos y heridos entre concentraciones humanas.
Bombas de penetración
El secretario de Defensa norteamericano, Donald Rumsfeld,
reveló ayer que bombarderos estadounidenses habían
lanzado enormes bombas "anti-búnkers" de
alta penetración contra objetivos subterráneos
en Afganistán.
Varios ataques con esas bombas contra búnkers subterráneos
produjeron "fuertes explosiones secundarias, que en algunos
casos se prolongaron durante horas", dijo.
"Los B-1, B-2, B-52, así como aviones caza lanzaron
todo un arsenal de municiones, entre las cuales se cuentan
éstas", agregó Rumsfeld, refiriéndose
a la bomba GBU-28 de 2,5 toneladas.
Las bombas GBU-28 fueron lanzadas contra centros de comando
y de control enterrados o blindados, indicó un funcionario
de Defensa.
En tanto, los talibanes denunciaron que 300 civiles han muerto
desde que comenzaron los ataques.
"El Pentágono le miente al mundo diciendo que
no mueren civiles", declaró el embajador de los
talibanes en Pakistán, Abdul Salam Zaeef.
De acuerdo con un portavoz talibán, más de 100
personas habrían muerto en la población de Kouram,
a 35 km de la ciudad de Jalalabad.
Otras 15 personas perdieron la vida al ser alcanzada una mezquita
situada en los suburbios de Jalalabad, mientras que una familia
de diez miembros murió cuando un misil estadounidense
impactó contra su casa en Kabul la pasada noche, según
el portavoz.
Sin embargo, el número real de víctimas por
los ataques de represalia que forman parte de la guerra contra
el terrorismo no ha podido ser confirmado por fuentes independientes.
Donald Rumsfeld rechazó las acusaciones de que civiles
sean blanco de los ataques estadounidenses.
"Cualquier persona en este país sabe que Estados
Unidos no ataca civiles", señaló Rumsfeld,
aunque admitió que "como en toda campaña
militar hay pérdidas de vidas, no buscadas".
Objetivos alcanzados
Según Washington, el objetivo de estos ataques es destruir
las instalaciones de la que consideran es la red terrorista
Al Qaeda (La Base), cuyo máximo líder es el
millonario saudita Osama bin Laden.
Rumsfeld reveló que los bombardeos han alcanzado a
algunos de los líderes talibanes y también a
otros pertenecientes a la organización Al Qaeda, quienes
"representan una parte significativa del mando militar
y de las instalaciones de control afgano".
En tanto, en Londres el ministro británico de Defensa,
Geoffrey Hoon, estimó que las incursiones aéreas
ya habían tenido "un impacto en la cohesión
de los talibanes".
Pero el jefe del comando de Defensa, almirante Sir Michael
Boyce, advirtió contra falsas esperanzas y predijo
que la campaña aérea podría durar "durante
todo el invierno (boreal) y hasta el próximo verano
por lo menos".
En tanto, Washington ya estaría pensando en la etapa
siguiente de la ofensiva: el uso de tropas en tierra, debido
al éxito obtenido hasta ahora en los operativos aéreos.
El Presidente George W. Bush no ha hablado todavía
de la intervención de tropas terrestres o de comandos
especiales en Afganistán.
Pero se espera que ese sea el siguiente paso de la "Operación
Libertad Duradera", pues tropas estadounidenses ya se
encuentran presentes en algunos de los países vecinos
de Afganistán y fuentes oficiales paquistaníes
confirmaron ayer que a su territorio habían llegado
militares norteamericanos.
Además, con el control del espacio aéreo y con
las fuerzas militares talibanes atacadas desde el aire, el
escenario parece listo para los ataques comando.
Por su parte, los talibanes, con gran tradición en
la guerra de guerrillas, dijeron desafiantes ayer que "la
verdadera guerra comenzará cuando los estadounidenses
entren a Afganistán".
EE.UU. sufre primera baja
El sargento mayor Evander Earl Andrews se convirtió
en la primera baja de Estados Unidos desde que se iniciaran
de las operaciones bélicas, al fallecer en un accidente
en una base de Qatar.
Andrews, según fuentes de la base aérea de MacDill,
Florida, desde donde se coordina la operación de las
fuerzas aéreas en la ofensiva en Afganistán,
murió al producirse un accidente con un vagón
ascensor. Se desconocen precisiones del episodio fatal que
fuentes del Pentágono definieron de naturaleza "no
hostil".
El militar había sido enviado a Qatar en semanas pasadas
como unidad de soporte de los contingentes empleados en los
ataques.
En primera línea o menos, Andrews es un caído
en la guerra contra el terrorismo, señaló el
teniente coronel Dave Lapan, vocero de la base de MacDill.
|