DESPLIEGUE.- Infantes de la Marina Real Británica llegaron a Afganistán para comenzar a dar seguridad y asistencia al nuevo gobierno que asume mañana.

KABUL.- Infantes de la Marina Real Británica aterrizaron en Bagram (una base aérea a 50 km al norte de Kabul), como vanguardia de una fuerza multinacional de paz, que fue aprobada ayer por unanimidad en el Consejo de Seguridad de la ONU.

"Es la primera etapa de la ISAF (Fuerza Internacional de Asistencia y Seguridad, por su sigla en inglés). Estamos aquí para comenzar a proporcionar seguridad y asistencia", declaró el comandante Matt Jones, que dirige este primer contingente.

"Ayudaremos al asentamiento del nuevo gobierno interino, y estaremos presentes en la inaguración del Ejecutivo" que debe entrar en funciones en Kabul mañana, agregó.

El Consejo de Seguridad de la ONU aprobó ayer la resolución que precisó el mandato de esa fuerza, que se desplegará en Kabul y sus alrededores durante seis meses.

Los quince miembros del Consejo votaron en pocos minutos esta resolución presentada por el Reino Unido y Francia. La resolución fue incluida en el capítulo VII de la Carta de las Naciones Unidas, lo que permitirá a los soldados internacionales hacer uso de la fuerza para cumplir con su mandato.

Las Naciones Unidas no comandarán la fuerza, por lo que no será una operación de mantenimiento de paz del organismo, sino una fuerza independiente manejada por sus miembros y que sólo cuenta con el auspicio de la ONU.

La resolución no especifica el tamaño de la fuerza ni los países que la integrarán, quedando estos puntos a ser determinados por Gran Bretaña, el país que liderará la fuerza, en conjunto con los países que contribuyan con tropas y el gobierno interino afgano.

El futuro ministro afgano de Defensa, el general Mohammad Qasim Fahim, dio su acuerdo para el despliegue de una fuerza de 3.000 hombres, pero sólo durante seis meses, y con poderes muy limitados.

Gran Bretaña había hablado de un despliegue de entre "3.000 y 5.000" soldados. Además los británicos han dicho que coordinarán las ISAF con las tropas estadounidenses que operan en Afganistán, quedando el mando en manos de los estadounidenses.

A 48 horas de la instalación del gobierno de Hamid Karzai, la Alianza del Norte decidió prohibir que se lleven armas en la capital. Desde la huida de los talibanes de Kabul, el 12 de noviembre, combatientes armados hasta los dientes circulaban por las calles en blindados o en camiones erizados de baterías anti-aéreas, provocando un creciente clima de inseguridad entre los habitantes de la capital.

"La comisión de seguridad decretó que nadie pueda desplazarse armado por las calles", anunció ayer un portavoz del Ministerio de Defensa del gobierno interino.

A todos los combatientes armados, con la excepción de miembros de ciertos cuerpos específicos de seguridad y de los policías, se les "pidió que abandonen inmediatamente las calles de Kabul".

Juramento

Al menos 20 ministros extranjeros deben asistir mañana, según Kabul, a la ceremonia de juramento del cargo del nuevo Gobierno, a la que también acudirán el representante de Washington en Afganistán, James Dobbins, y el representante especial del secretario general de la ONU para ese país, Lajdar Brahimi.

Mientras el jefe supremo de los talibanes, el mullá Mohammad Omar, sigue ilocalizable, un alto dirigente talibán fue capturado por los paquistaníes. Se trata de Amninulá Amín, ex jefe de la seguridad fronteriza en el sur de Afganistán, quien fue capturado cuando intentaba escapar por el puesto fronterizo de Chamán (oeste de Pakistán). EE.UU. tiene detenidos a otros tres prisioneros de alto rango, lo que eleva a 23 el número de talibanes o miembros de Al Qaeda que puede interrogar directamente.