El rol de la línea aérea afgana en las operaciones de Al Qaeda
El
Mercurio
Martes
20 de noviembre de 2001
A través de Ariana, la
red de Bin Laden transportó hombres y armas.
Los
Angeles Times
LOS ÁNGELES.- La investigación periodística de Stephen Braun y Judy Pasternak, acerca de cómo Osama bin Laden utilizó la línea aérea afgana para sus propósitos terroristas (nota publicada ayer por "El Mercurio"), dejó al descubierto un complejo entramado que permite apreciar el verdadero poder del líder de Al Qaeda.
En octubre de 1996, un mes después que la milicia islámica de los talibanes tomó control de la mayor parte de Afganistán, funcionarios de Ariana, la línea aérea nacional afgana, se alarmaron por la pérdida de un Boeing 727 de carga.
El jet había sido contratado por dos diplomáticos sudaneses para un vuelo de ida y vuelta de Jalalabad (Afganistán) a Jartum (Sudán). Debía viajar primero a los Emiratos Árabes Unidos y después a Jartum, transportando una carga de frutas y frazadas. El vuelo debía regresar pocos días después con una carga de ayuda humanitaria compuesta de alimentos y medicinas.
Sin embargo, pasó una semana antes de que el 727 regresara. Cuando la tripulación apareció en las oficinas centrales de Ariana en Kabul entregaron una extraña versión de los hechos.
En Jartum, la tripulación tuvo que esperar tres días en un hotel antes de que las autoridades sudanesas estuvieran listas para cargar el avión. Cuando regresaron para embarcarse, los empleados de Ariana se sorprendieron de no encontrar la supuesta carga de ayuda humanitaria sino que en su lugar había 90 personas esperando para abordar el avión. Los sudaneses habían instalado 100 asientos en el 727. Mujeres vistiendo burkas y hombres en ropas propias del desierto e incluso niños eran parte de los pasajeros.
Sin que sus pasaportes fueran chequeados, los extraños pasajeros del 727 de Ariana fueron llevados hasta Jalalabad, donde eran esperados por un convoy de jeeps, vans y camiones. En cosa de minutos, los pasajeros subieron a los autos y desaparecieron en el desierto.
De acuerdo con la tripulación, todos los pasajeros traídos desde Sudán y los hombres que los esperaban en Jalalabad trabajaban para Osama bin Laden.
La facilidad con la que Bin Laden y sus seguidores transportaron a estas personas usando los aviones de Ariana, se repitió en una sucesión de viajes, que en la práctica convirtieron a la línea aérea afgana en un instrumento de Al Qaeda.
Pronto los cronogramas de viaje de Ariana colapsaron. Las rutas de pasajeros a París y Beijing desaparecieron y fueron cambiadas por una explosión de vuelos de carga, la mayoría de ellos a los Emiratos Árabes Unidos y Pakistán.
"Los aviones regresaban de los Emiratos cargados con armas", dijo Julie Sirrs, especialista en Afganistán de la Agencia de Inteligencia de Defensa durante el gobierno del otrora Presidente Bill Clinton. |