Rusia
aclara sus intereses regionales
El
Mercurio
Martes
23 de octubre de 2001
Presidente Putin dijo que apoya
la guerra antiterrorista de Estados Unidos, pero no una presencia
permanente de ese país en Afganistán.
INTERÉS.- Putin (al centro), el ex Presidente afgano,
Burhanuddin Rabbani (atrás), y el Mandatario tadjiko,
E. Rajmonov, apoyan a la Alianza del Norte. |
DUSHAMBE/LOS ANGELES TIMES Y AGENCIAS.- El Presidente ruso, Vladimir Putin, visitó ayer Tadjikistán, donde afirmó que Moscú está dispuesto a jugar un papel clave en la reconstrucción de Afganistán una vez que acabe la guerra y confirmó su apoyo al derrocado ex Presidente afgano Burhanuddin Rabbani y a la Alianza del Norte.
Putin (que llegó a suelo tadjiko luego de participar en el Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico, APEC), Rabbani y el jefe de Estado anfitrión, Emomali Rajmonov, firmaron una declaración conjunta donde subrayan la "necesidad de lograr un arreglo político en Afganistán" y de reforzar "el papel de la ONU y de todos los gobiernos extranjeros" para conseguirlo.
"Nuestro objetivo en Afganistán es permitir un retorno a la vida civil y ayudar a la instalación de un gobierno amigo hacia sus vecinos y Rusia", precisó el Mandatario ruso en una conferencia de prensa en la que también participó el general Mohammed Fahim, jefe militar de la Alianza del Norte, considerado el sucesor del asesinado Ahmed Shah Massud.
Entrega de conspiradores
Del mismo modo, consideraron "imprescindible" el "cumplimiento incondicional de las exigencias de la coalición (internacional) a los talibanes, incluida la entrega de los inspiradores de los atentados del 11 de septiembre" en Estados Unidos.
El gobierno afgano en el exilio "quiere ampliar" la base de apoyo que tiene entre las diferentes etnias afganas. "Esa es la buena dirección", agregó Putin, quien descartó la participación de los talibanes en un futuro gobierno porque "se han comprometido con los terroristas".
Rusia, Irán y otros países que durante largo tiempo han sido aliados de la Alianza del Norte, entre ellos Tadjikistán e India, rechazan que los talibanes tengan papel alguno en el futuro. Esto contrasta con el punto de vista de Washington, que sí quiere incluir a los "moderados" en el próximo gobierno afgano.
Rabbani fue derrocado por los talibanes en 1996, pero sigue siendo reconocido como el Presidente de Afganistán por la ONU. Sus aliados de la Alianza del Norte controlan el 10% del territorio afgano.
También, el ministro ruso de Defensa, Serguei Ivanov, y el director del Servicio Federal de Seguridad (FSB, sucesor del KGB), Nikolai Patruchev, se juntaron con el ex Presidente afgano para discutir "asuntos militares" y de "la formación del futuro gobierno afgano".
Putin apoya a Washington sólo si los operativos en Afganistán son parte de una guerra contra el terrorismo y no de un intento para expandir la influencia estadounidense en el "patio trasero de Rusia". En la sesión de la APEC, Moscú ya manifestó su interés en que la campaña militar dé paso lo antes posible a una fase de negociaciones políticas para formar un nuevo gobierno.
Temor a EE.UU.
Rusia, Irán y otros estados de la región están preocupados de que EE.UU. se convierta en la potencia dominante en Afganistán, nación que es la encrucijada y puerta de entrada a los yacimientos petrolíferos de Asia Central.
Irán, que se ha negado a apoyar los ataques estadounidenses, está preocupado de que crezca la base de apoyo a Washington en Uzbekistán y Tadjikistán, lo que podría hacer que Washington estableciera una presencia militar permanente en la región, tal como hizo en Bosnia-Herzegovina y en la provincia yugoslava de Kosovo.
Pero en la determinación de Moscú también influye el temor de las ex repúblicas soviéticas y el resto de las naciones de la región a que un extenso conflicto desestabilice a toda Asia Central.
Estos países, que ya sufren con fuerza los embates de la pobreza, enfrentan desde hace varios años la creciente influencia de los grupos islámicos radicales. Tadjikistán y Uzbekistán, en particular, temen que los fundamentalistas se infiltren en su territorio haciéndose pasar por refugiados. |