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Ofensiva terrestre cerca de Kandahar
Soldados de EE.UU. atacaron el cuartel general del líder talibán
El Mercurio
Domingo 21 de octubre de 2001

Confirman dos muertos y tres heridos al caer helicóptero; dos lesionados en saltos en paracaídas.


RANGERS.- Las fuerzas especiales de Estados Unidos - en su mayoría Rangers del Ejército- , que en la imagen abordan un avión en un lugar desconocido, atacaron dos importantes objetivos en las cercanías de Kandahar.
The New York Times, Agencias

WASHINGTON.- El comando que efectuó la primera ofensiva terrestre en el sur de Afganistán atacó el viernes en la noche un campo aéreo militar y los cuarteles generales del mullá Mohammed Omar, líder de los talibanes, en una operación relámpago para descubrir información acerca de la ubicación y actividades de los talibanes y los jefes de Al Qaeda, dijeron ayer fuentes del Departamento de Defensa.

El jefe del Comando Conjunto, general Richard Myers, dijo que la ofensiva había sido un éxito, al confirmar por primera vez de manera oficial el despliegue de tropas en tierra en territorio afgano. También precisó las circunstancias en que murieron dos tripulantes de un helicóptero y precisó que cinco efectivos resultaron con heridas leves.

El asalto se llevó a cabo en dos localidades, separadas por al menos 80 km, y fue realizado por 100 efectivos de los Rangers del Ejército y otras fuerzas especiales con dos objetivos primarios.

Primero, helicópteros del portaaviones Kitty Hawk sobrevolaron territorio paquistaní trasladando rápidamente a fuerzas de operaciones especiales hacia la sureña ciudad de Kandahar, en Afganistán, donde se hallan los cuarteles generales del mullá Omar y dañaron bunkers en esa misma ciudad, que es el centro espiritual de los talibanes.

El sitio no había sido bombardeado, a diferencia de otras infraestructuras usadas por el liderazgo talibán. Los comandos de elite se hicieron con documentos y otras fuentes de información que podrían revelar pistas acerca de las operaciones del régimen integrista y sobre el lugar donde están sus líderes.

Acción simbólica

Al mismo tiempo, cerca de 80 km al suroeste, Rangers se lanzaron en paracaídas hacia el segundo objetivo, un remoto campo aéreo. Capturar el aeropuerto permitió a los militares conocer de primera mano el lugar, lo que podría facilitar operaciones futuras, ya sean militares o humanitarias. Pero también se aseguraba el objetivo por si la operación en la residencia del mullá Omar presentaba dificultades.

Además, las incursiones mostraron a los talibanes y a Al Qaeda que los militares estadounidenses pueden estar en cualquier parte y llevar a cabo operaciones sobre el terreno en Afganistán.

Finalmente, la toma del campo aéreo permitió elevar la moral de los militares y del pueblo estadounidense. Los Rangers dejaron tras ellos una tarjeta escrita con la leyenda "Libertad Duradera" y la famosa foto del bombero levantando una bandera estadounidense entre las ruinas del Worl Trade Center.

En conferencia de prensa, el general Myers se refirió al helicóptero Blackhawk que cayó a tierra en Pakistán, confirmando que dos integrantes de la tripulación murieron y que otros tres quedaron heridos de levedad. Además, desmintió la versión del régimen talibán de que ellos habían derribado el aparato.

"El régimen talibán se caracteriza por mentir. Es absolutamente falso que el helicóptero fuera abatido", dijo, explicando que aunque aún se está investigando, parece ser que el rotor de la aeronave chocó contra un accidente del terreno, lo que provocó su destrucción.

El helicóptero se estrelló en la base aérea de Dalbandin, provincia de Baluchistán, a 75 km al sur de la frontera afgana, según un responsable paquistaní de seguridad. Se trata de una de las tres bases que Pakistán puso a disposición de las fuerzas norteamericanas, a unos 300 km de Kandahar.

Myers también informó que dos soldados resultaron heridos durante el salto en paracaídas y mostró varios videos, grabados por los propios integrantes de los comandos, en los que podía apreciarse el actuar de las fuerzas especiales.

La milicia talibán, por su parte, afirmó haber repelido el ataque terrestre. Abdul Hanan Hamat, director de la agencia oficial afgana Bajtar, dijo que "las fuerzas del Emirato Islámico (de Afganistán) forzaron a las tropas estadounidenses a retirarse momentos después de su llegada". Myers desmintió aquello y señaló que los efectivos y paracaidístas de las fuerzas especiales se han replegado, pero están dispuestos para nuevos ataques.

Escasa resistencia

La aparición de las tropas terrestres no significó el cese de los bombardeos aéreos. Aviones F-14 Tomcat, de reconocimiento EA-6B Prowler de la Marina, y FA-18C Hornet del Cuerpo de Infantes de Marina, salieron de la cubierta del portaaviones Theodore Roosevelt la mañana de ayer, para atacar a los soldados talibanes y a Al Qaeda.

El comandante del grupo de combate del portaaviones, contraalmirante Mark Fitzgerald, informó que los aviones dejaron de atacar blancos fijos, "porque ya no queda ninguno", y que la estrategia consiste desde ahora en eliminar la capacidad de combate de los integristas.

A los pilotos se les asignaron "zonas de matanza" de 78 km cuadrados para que busquen concentraciones de tropas o vehículos blindados. Los aviadores deben confirmar con controladores aéreos sus objetivos antes de atacar, pues "cuando se entra a una zona de matanza hay muchos blancos, por lo que uno debe identificar cuál tiene más importancia militar", expresó un piloto.

Los talibanes señalaron que la ofensiva dejó 29 muertos.

"Norteamericanos son blandos"

El ministro talibán de Asuntos Tribales dijo que los soldados estadounidenses son demasiado blandos para enfrentar los rigores de combates en tierra en Afganistán y que la campaña aérea dirigida por Estados Unidos ha infligido pocos daños en las defensas de su país.

"Yo les digo a ustedes que los soviéticos fueron enemigos bravos y sus soldados podían soportar condiciones difíciles. Los estadounidenses son criaturas dadas al confort. No podrán sostenerse en las difíciles condiciones que les esperan. Esperamos ansiosos a que las tropas estadounidenses desembarquen en nuestro suelo, donde los recibiremos a nuestra propia manera", dijo el mullá Jalaluddin Haqqani en una entrevista publicada ayer por el diario paquistaní "The News".

"Los ataques militares contra nuestro territorio han fallado miserablemente en infligir algún daño grave o paralizante a nuestras defensas", agregó, señalando que cerca de 25 soldados talibanes han sido "martirizados" en la campaña estadounidense, pero que ninguno de ellos era algún líder talibán o del movimiento Al Qaeda.

 

 

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