BOMBARDEOS.- EE.UU. intensificó los bombardeos contra Kunduz donde permanecen atrincherados combatientes talibanes. Los milicianos están asediados no sólo por las bombas sino también por la Alianza del Norte.

JOYÁ BAHAUDDÍN, AFGANISTÁN/AGENCIAS.- La noche cayó ayer sobre Kunduz, último fortín talibán en el norte de Afganistán, en medio de versiones conflictivas de rendición condicional, juramentos de lucha hasta la muerte y relatos de horror dentro de la ciudad.

Tras los bombardeos más arrasadores de la aviación norteamericana en seis días de asedio de la Alianza del Norte a Kunduz, miles de talibanes y mercenarios acorralados en esa ciudad propusieron rendirse. La oferta, que aún no recibe respuesta de la Alianza, se produjo después de que expirara el ultimátum que habían dado las tropas opositoras.

Condiciones

Un portavoz de la Alianza del Norte manifestó que los comandantes talibanes pusieron dos condiciones para la rendición: garantías de seguridad "a los mercenarios extranjeros" atrapados en Kunduz y que la capitulación tuviera lugar "bajo el control de las Naciones Unidas".

Los comandantes de la Alianza habían prometido la amnistía a los talibanes que se pasaran a sus filas, pero rechazaron clemencia para los mercenarios árabes y miembros de la organización terrorista Al Qaeda.

Entre 2.000 y hasta 40.000 extremistas, según diversas fuentes, se atrincheraron desde el lunes pasado en Kunduz. Este grupo está compuesto de una mezcla heterogénea de talibanes, miembros árabes de Al Qaeda y de la famosa Brigada 55, ambas fundadas por Osama bin Laden, y del Movimiento Islámico de Uzbekistán.

La Alianza aceptó el miércoles dar un plazo de dos días para negociar la rendición y prometió "el perdón" a los talibanes arrepentidos, pero afirmó que nunca negociaría con "asesinos terroristas". Al finalizar el ultimátum, se solicitó una "prórroga", que fue concedida. El nuevo plazo expiró ayer, y la Alianza anunció que estaba lista para iniciar el asalto.

Con los talibanes cada día más acorralados, se complican las opciones de Bin Laden para huir. Ayer, "The Sunday Times", edición dominical del diario británico "The Times", citando fuentes del ministerio británico de Defensa, informó que las fuerzas aliadas tendrían cercado a Osama en una zona de unos 80 km2, cerca de Kandahar.

En respuesta a las informaciones contradictorias sobre el paradero del líder terrorista, el secretario de Estado de Estados Unidos, Colin Powell, declaró que para el gobierno de Washington Bin Laden está todavía en Afganistán.

"Pienso que sigue en Afganistán y le es cada vez más difícil esconderse a medida que el territorio arrebatado a los talibanes aumenta", declaró Powell al canal Fox.

Ante consultas sobre evidencias de que Bin Laden haya estado intentando adquirir armas nucleares, Powell dijo: "No creo que tenga un arma nuclear, creo que es bastante improbable. El material que hemos visto ... ciertamente sugiere que estuvo interesado en (adquirir) una y que se movieron en esa dirección, pero no me parece que hayamos visto nada que pueda sugerir que tiene una o estuvo cerca de tenerla".

Persiste la amenaza

La organización terrorista Al Qaeda planea realizar un atentado de proporciones similares a los del 11 de septiembre antes de Navidad, según declaraciones del ex jefe antiterrorista de la CIA, Vincent Cannistraro.
El experto subrayó que no existe ninguna seguridad contra los atentados suicidas. "Si se dispone de atacantes suicidas, el principal problema de planificación de todo acto terrorista está resuelto", dijo.

Con toda probabilidad, EE.UU. será el escenario del nuevo ataque, pronosticó, aunque también el Papa Juan Pablo II corre peligro.

La continuación de los bombardeos en Afganistán durante el Ramadán podría ser aprovechada por los terroristas para atacar a Occidente en Navidad, su principal fiesta religiosa.

Por su parte Jean-Jacques Pascal, jefe de la Dirección de Control del Territorio de Francia, dijo que una red "de agentes inactivos" de Al Qaeda fue detectada en Europa.

Al Qaeda está integrada por un núcleo sólido financiado por una dirección central y decenas de pequeños grupos terroristas "artesanales" semi autónomos, que obtienen sus ingresos de actividades delictivas, como la fabricación de documentos falsos, afirmó Pascal.