BUSCAR

Volver al home


Tribus generan caos por reparto de poder
El Mercurio
Viernes 30 de noviembre de 2001

Por ejemplo, numerosos grupos se dividen el control de una misma carretera, dificultado el comercio y el transporte.


Abdul Rashid Dostum.
Peter Baker y John Pomfret, The Washington Post

KABUL.- Los conductores de buses que recorren los 112 kilómetros de Gardez al norte hasta Kabul todos los días pasan por una sucesión vertiginosa de puestos de control a cargo de hombres armados que representan tres grupos diferentes de autoridades.

Un consejo tribal local controla la ruta una decena de km desde Gardez hasta el paso Kotali Tera pasando por la provincia de Paktia. Otro reclama el camino en una extensión de 56 km desde tal paso hasta la provincia de Logar. Sólo en la ciudad de Mohammed Agha, a unos 32 kilómetros al sur de Kabul, los conductores finalmente entran al reino de la Alianza del Norte que teóricamente gobierna gran parte de Afganistán.

"Nos gustaría tener sólo una ley aquí", dijo Amanullá, un conductor de 34 años, quien ha transitado por esa ruta durante 10 años. "Queremos que ellos formen un gobierno para que nosotros tengamos el control de todo Afganistán. Si tuviéramos problemas, entonces podríamos acudir a una sola persona para quejarnos".

País convertido en feudos

No obstante, mientras la ONU realiza su reunión en Bonn para tratar de crear un nuevo gobierno para Afganistán, esta entidad debe luchar con una confusa realidad: la guerra que EE.UU. ha librado desde el 7 de octubre ha dejado más de 20 administraciones locales instaladas en el terreno. Una mirada a la geografía de poder aquí muestra lo fragmentada que se ha vuelto esta tierra; y lo difícil que será volver a reunirla.

Jefes militares y ancianos tribales locales ya han convertido el país en feudos, cada uno con sus propias reglas y costumbres, a menudo según las viejas tradiciones. Si se sobrepone un mapa de las divi-siones políticas de hoy en Afganistán sobre otro de antes de que los talibanes se tomaran el poder en 1996, los nombres y líneas de demarcación lucirán familiares.

Los líderes de la Alianza del Norte, la coalición de tadjicos, uzbekos y hazaras étnicos que sacaron a los talibanes del poder con la ayuda de los ataques aéreos norteamericanos, sostienen que aquellas divisiones no degenerarán de nuevo en otro capítulo de la guerra civil que se ha librado en Afganistán por años. "Esa situación no durará", manifestó Abdullá, el representante de la Alianza en el extranjero. "Una vez que tengamos un gobierno estable, todo saldrá bien", acotó.

Los jefes militares que combatieron entre sí a mediados de la década de 1990 aseveran que llegaron a entender lo perjudicial que fueron esas luchas, lo que los llevó a aceptar trabajar bajo el alero de la opositora Alianza del Norte contra los talibanes. Ahora que los talibanes han sido acorralados en su lugar de nacimiento espiritual en el sur, los comandantes de la Alianza han prometido seguir unidos.

Pero aun cuando se mantenga esa promesa, se aplica sólo al norte del país, donde los comandantes se consideran miembros de la Alianza. El retiro de los talibanes de la parte sur del país, donde la Alianza del Norte no tiene historia real, ha dejado un vacío de poder que lo han llenado las "shuras" o consejos tribales locales, sin ninguna lealtad al nuevocírculo gobernante en Kabul.

No se requiere alejarse de la capital para determinar los límites del control de la Alianza.

Hacia el sur, después de 32 km comienzan las "shuras", principalmente pashtunes, que empiezan en Mohammed Agha y Maidan Shahr. Hacia el este, la autoridad de la Alianza termina en Sarubi, unos 56 km a lo largo de la ruta a Jalalabad. Hacia el norte y oeste, se extiende 104 km hasta la ciudad de Shibar en el camino a Bamian.

Ejemplo de este reparto del poder es el caso de Ismail Khan, un ex oficial del ejército afgano, quien encabezó la resistencia a los soviéticos en el oeste de Afganistán, y que ha recuperado la ciudad de Herat, próxima a Irán; y en el norte, el jefe militar uzbeko Abdul Rashid Dostum quien ha reanudado su antiguo dominio sobre Mazar-e-Sharif.

 

 

Artículos relacionados

Presidente afgano busca ayuda pakistaní para reconstruir su país
(8/02/2002)

EE.UU. reconoce que Convención de Ginebra rige para talibanes
(7/02/2002)

Crece especulación sobre muerte de Osama Bin Laden
(7/02/2002)

Relativa distensión en Guantánamo con prisioneros de Al Qaeda
(7/02/2002)

Avalancha causa 20 muertos en Afganistán
(7/02/2002)

Liga árabe rechaza acusaciones de Bush contra Irak e Irán
(7/02/2002)

Talibán norteamericano deberá continuar preso durante juicio
(6/02/2002)

Policía paquistaní afirma estar muy cerca de resolver secuestro de periodista
(6/02/2002)

Noticias en línea
Edición impresa

Volver a la portada | derechos reservados | Contáctenos| Créditos
© 2002 El Mercurio. Derechos Reservados.
. Términos y condiciones de la información.
;