El Servicio Secreto descubre a un maniático multimillonario capaz de rastrear (y controlar) submarinos nucleares por todo el mundo. Obviamente, el loco, apellidado Stromberg (un deliciosamente maquiavélico Curd Jürgens) pretende chantajear a todo el mundo con esta tecnología. Si no, desencadenará la Tercera Guerra Mundial. Entonces Bond, tal como lo hizo en De Rusia con Amor, deberá aliarse con los rusos, quienes le asignan la misión a una sensual espía -era que no-, la Major Anya Amasova (la italiana Barbara Bach), también conocida como la agente XXX (insertar talla de rigor) y sin duda, una de las mejores y con personalidad más fuerte de las chicas Bond.

La décima entrada en la serie nos muestra a un Roger Moore totalmente compenetrado en su rol de Bond. A diferencia de El Hombre del Revolver de Oro, esta cinta rebosa en acción, (buen) humor y efectos especiales, lo que las hace una de las favoritas con Moore como protagonista (junto con Octopussy). Pero quizás el público asocie más esta película con los villanos. Además del demente Stromberg, es "Mandíbulas" (Richard Kiel), con su dentadura de metal, quien se roba la película. Tanto fue su éxito que "Mandíbulas" se repitió el plato años después en Moonraker.

Ojo con la aparición del nuevo vehículo Bond: el Lotus Esprit, que para muchos -me incluyo- es lejos mucho más espectacular que el clásico Aston Martin. El final de la cinta con la batalla final en la ciudad submarina y posteriormente el cierre con el mini-submarino es demasiado Bond!.

Con Roger Moore, Barbara Bach, Curd Jürgens, Richard Kiel, Caroline Munro, además de Desmond llewellyn y Bernard Lee, que vuelven como Q y M respectivamente. Dirigió un inspirado Lewis Gilbert.

Edición DVD:

- Formato doble (pantalla completa y widescreen)
- Subtítulos en español, inglés y portugués
- Idioma: inglés

  
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