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Hamilton (Goldfinger) dejó la dirección de la serie en un punto interesamente
bajo (al menos para los fanáticos). Si bien la cinta cuenta con la insercción
de curiosas autoparodias y la inclusión de un nuevo, original y refinado villano
con un exótico nombre: Francisco Scaramanga, una especie de lado oscuro del mismo
Bond, cuando Roger Moore aún no convencía del todo (como sí lo haría con su siguiente
película, La Espía Que Me Amó) en el papel del agente 007. Scaramanga
(un gran Christopher Lee, además primo de Ian Fleming!) es un clásico villano
Bond que además tiene malvados planes con un convertidor de energía solar que
vale millones de dólares y que podría ser la fuente de un enorme chantaje a escala
mundial, pero además resulta que el tipo es un asesino a sueldo internacional
que cobra nada menos que un millón de dólares por trabajito. Y cuando llega una
bala dorada con el nombre de Bond al Servivio Secreto, 007 tendrá que ir en su
búsqueda antes de que él lo haga. Curiosamente, esta es una de las menos
respetadas cintas Bond por los fanáticos (en broma, muchos la consideran más como
un capítulo de la serie El Santo), quizás por el brusco y reposado cambio
de ritmo en relación a las aventuras anteriores. De hecho, fue la última cinta
producida en conjunto por Albert Broccoli y su socio Harry Saltzman. Otra curiosidad
es que el secuaz de Sacramanga, apodado Nick Nack (?) no es otro que Herve Villechaize,
más conocido como Tatú en la serie de TV La Isla de la Fantasia (muy de
moda por esos días). Con Roger Moore, Christopher Lee, Herve Villechaize,
además de unas deslavadas Britt Ekland y Maud Adams como las chicas Bond de rigor.
Esta fue la última cinta dirigida por Guy Hamilton. Edición DVD:
- Formato doble (pantalla completa y widescreen) - Subtítulos en español,
inglés y portugués - Idioma: inglés |
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