Sábado, 09
de Abril de 1994
COMO HENDRIX Y MORRISON
Cobain
se quitó la vida antes de que la madurez arruinase su genio creador.
Kurt Cobain
pasó a formar parte de ese particular club integrado por aquellos
mitos del rock que, con 27 años de edad, perdieron la vida antes
de que la madurez arruinase su genio creador.
Tan pronto conocerse la noticia de su muerte, los mitómatos del
mundo rock comenzaron a preguntarse si no es coincidencia el hecho que
Cobain optara por dejar este mundo con la misma edad en la que murieron
Jimmi Hendrix, Janis Joplin y Jim Morrison.
Hendrix,
Morrison y Joplin fallecieron a principios de la década de 1970
víctimas de su fuerte relación con el mundo de las drogas
y el alcohol.
Cobain,
quizás conciente de su papel en la historia del rock con la creación
del grunge musical (movimiento que apuesta por la vuelta a la década
de 1970 y a todo lo que huela a hippie), parecía buscar esa muerte
desde hacía algunos meses y, en marzo, casi consiguió
quitarse la vida con una sobredosis de barbitúricos y alcohol.
Fue en Roma
y si hubiera muerto entonces, también habría cumplido
con otra macabra tradición: morir fuera de Estados Unidos. Hendrix
falleció en Londres y Morrison en París.
Pero los
médicos italianos fueron más efectivos y lograron llegar
a tiempo para salvarle la vida al líder del grupo que en 1991
logró desbancar al mismísimo Michael Jackson de las listas
de superventas con la edición de su segundo álbum, ``Nevermind''.
Tras pasar
varios días en el más profundo de los comas en un hospital
romano, Cobain despertó y, acompañado de su mujer y su
hija, volvió a Seattle donde, según parece, llevaba una
vida tranquila y reposada, alejada del público.
Desde entonces,
nada volvió a ser lo mismo: apenas se veía con sus compañeros
de grupo Dave Grohl (batería, 24 años) y Kris Novoselic
(bajo, 29) y la soledad se había convertido en su compañera.
No deja
de ser siniestro el hecho de que estuviese sólo en el momento
de su muerte y que fuese el electricista, y no su mujer o su hija, el
que encontrase su cadáver después de casi tres días
de haberse suicidado.
Su muerte
pone punto final a la historia del trío quizá más
revolucionario de la década de 1990 y que, como muy pocos, logró
entusiasmar a toda una generación de jóvenes, tanto dentro
como fuera de Estados Unidos.
|