Pedro Lezaeta, enviado especial
Lunes, 23 de Mayo de 2005
No tuvieron tiempo ni siquiera para buscar un compañero
o crear un refugio.
ANTUCO.- El frío y la nieve fueron
certeros. No más de dos o tres horas pudieron vivir
los soldados que se llevó el Antuco tras comenzar el
fatal viento blanco.
Así se desprende de protocolos de autopsia,
data de muerte y otros antecedentes derivados del trabajo
del equipo médico legista que ha examinado los cuerpos
de los soldados fallecidos.
Fuentes cercanas al grupo indicaron que estos
datos derriban teorías anteriores que señalaban
que algunos pudieron sobrevivir el primer día extraviados.
Las fuentes aseguraron que los indicios reconocidos
en los cadáveres -posturas de extremidades, zonas de
lesión por frío extremo, entre otros- confirman
definitivamente que muchos de los conscriptos ni siquiera
tuvieron tiempo de buscar un lugar para guarecerse, pues su
inmovilidad fue "dramáticamente temprana".
Por ello es que incluso hubo algunos que fueron encontrados
prácticamente de pie.
Hubo una acelerada pérdida de visión
y semiinconciencia. No fueron capaces del movimiento más
simple, como caminar algunos metros para buscar un compañero
o racionalizar el peligro e "inventar" un refugio.
Los antecedentes señalados, añaden
las fuentes, concuerdan con el hecho de que las víctimas
tenían escasa protección de las zonas dístales
(alejadas del tronco). Ello considerando quemaduras y otros
signos propios de la sintomatología clásica
de la muerte por congelamiento.
En el caso de los conscriptos, el proceso -se
dijo a este medio- se aceleró por falta de ropa apropiada.
No más allá de media hora bastó para
que se iniciara una rápida agonía. Esas fueron
las dos o tres horas antes señaladas.
A pesar de lo infructuoso que, bajo las condiciones
citadas, hubiese sido cualquier intento de rescate, algunos
familiares criticaron ayer las primeras decisiones del Ejército
en esta materia.
En un primer momento, la entidad castrense
habría desechado el ofrecimiento de apoyo de al menos
dos instituciones cuando recién se dio el alerta del
extravío de los reclutas. Uno de estos organismos sería
el Ministerio de Obras Públicas. Funcionarios de Vialidad
alertados por los canales oficiales, como la Oremi, pusieron
a disposición del Ejército medios y hombres.
No obstante, desde el Ejército se habría
dilatado una respuesta, afirma una fuente ligada a representantes
locales del MOP.
Esta fuente dijo que si bien pudo tratarse
de una demora por el impacto inicial, dio la impresión
de que el Ejército quiso agotar sus medios primero
y luego involucrar a otros organismos.
"Esto es muy delicado... pero lo que entiendo
es que el Ejército pensó o manifestó
que podía solo con esto...", añade la fuente,
quien trabaja como funcionario fiscal tanto en Los Ángeles
como en Concepción. Con la maquinaria de Vialidad se
habría despejado el camino en pocas horas.
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