La demanda por casas rodantes en Estados Unidos ha experimentado un fuerte incremento tras las prolongadas medidas de confinamiento y restricción social dispuestas para evitar la propagación del Covid-19.
Así lo aseguraron concesionarios de vehículos recreativos de ese país, quienes han reportado una verdadera "marea de clientes" que desean viajar pero que aún desconfían de las áreas urbanas y la aglomeración de personas.
Un reportaje de Bloomberg indica que a la mayoría de los estadounidenses le preocupa una segunda ola de la pandemia. No obstante, no son pocos los que han visto en las casas rodantes y remolques una buena alternativa para poder viajar y disfrutar de días de descanso alejado de posibles focos de infección.
Mike Regan es un concesionario en Austin, Texas, y una clara muestra de esta explosiva demanda por los vehículos recreativos. Según reconoce, solo en lo que va del mes los requerimientos por casas rodantes ha aumentado en un 30% en comparación con el mes anterior.
De hecho, reconoció que el incremento ha sido tan rápido que cabe la posibilidad que no tenga suficientes stock para cubrir la demanda por remolques y casas rodantes.
"En el momento en que se abrieron los campamentos el 1 de mayo y el gobernador dejó a todos en libertad de desplazamiento, nuestro negocio se fue por las nubes", dijo Regan a Boomberg.
Durante décadas, las ventas de autocaravanas y remolques de viaje, que se enganchan al vehículo, fueron un indicador confiable del comienzo y el final de una recesión en el país del norte.
Según indican, las ventas de estos vehículos caían a medida que se acercaba una recesión y aumentaban justo antes de una recuperación. No obstante, en esta ocasión la norma no se cumple, ya que las ventas se están incrementando a medida que Estados Unidos entra en su peor contracción desde la Gran Depresión y con históricas tasas de desempleo.
Pese a ello, dicen desde los concesionarios, no son pocos los que están desembolsando más de 100 mil dólares (más de 77 millones de pesos chilenos) por estos vehículos de recreación a fin de poder “huir” del hogar y los focos de contagio.
Para el profesor de la Universidad de Michigan, Richard Curtin, esta situación muestra que los estadounidenses aún consideran que una vez controlada la pandemia, con la aparición de una vacuna, las cosas volverán relativamente rápido a la “normalidad”, una actitud muy diferente a lo se enfrentó, por ejemplo, en la Gran Recesión, aún cuando economistas proyectan que la recuperación podría tardar hasta fines de 2021.
Respecto de los nuevos clientes que demandan estos vehículos recreativos, Mike Regan dijo que básicamente se dividen en tres grupos. En el primero, explicó, están quienes querían adquirir una casa rodante antes o durante el encierro y no pudieron por las medidas de restricción.
En el segundo están los clientes tradicionales de primavera que lo hacen atraídos por la promesa del verano; y finalmente se suma un nuevo grupo con personas que están considerando comprar estos vehículos por primera vez debido a la pandemia.