A pocos días de la entrada en vigencia de los artículos que prohíben la entrega de productos de un solo uso para consumo dentro de los establecimientos de comida y que regulan la entrega de productos desechables para consumo fuera de ellos, las empresas afectadas por la Ley de Plásticos de Un Solo Uso enfrentan una alta incertidumbre.
Una encuesta reciente realizada por la Cámara de Comercio de Santiago (CCS) y la Asociación Chilena de Gastronomía (Achiga) a más de 800 establecimientos, revela que casi la mitad de las empresas (47%) no podrán cumplir con la fecha establecida del 13 de agosto. Un 15% considera imposible implementar los cambios exigidos, y están evaluando la viabilidad de sus negocios.
Por otro lado, un 24% de los encuestados aún no ha realizado los cambios necesarios, pero estima que logrará cumplir con el plazo. Solo un 15% ha implementado las modificaciones requeridas, y un 7% no se ve afectado por la norma.
Según el Servicio de Impuestos Internos (SII), existen cerca de 60 mil empresas en el sector gastronómico en Chile, empleando a más de 500 mil trabajadores, la mayoría de ellos mujeres (56%).
De acuerdo con el sondeo, los materiales de un solo uso más comunes entregados por los establecimientos incluyen cubiertos (66%), vasos y tazas (59%), y platos y platillos (54%). A pesar de que las servilletas de papel son ampliamente utilizadas, no están afectadas por la prohibición según la interpretación de los textos legales.
De los utensilios de un solo uso entregados, un 65% corresponde a materiales reciclables o plásticos certificados que cumplen con la normativa. No obstante, la modificación reciente de la Ley prohibiendo todo material de un solo uso, independientemente de su origen, ha generado preocupación.
“El cambio en la formulación final de la Ley desconoce los esfuerzos de las empresas y emprendimientos para desarrollar productos sostenibles”.
María Teresa Vial, presidenta de la CCS
Los costos
El 95% de las empresas estima que la implementación de la norma incrementará sus costos operacionales, un desafío considerable para un sector que aún se recupera de la crisis pandémica. Un 29% prevé un efecto negativo sobre la calidad de los servicios para los consumidores. Más preocupante, un 21% de las empresas considera que algunos de sus locales se volverán inviables, y un 11% teme que la operación de la empresa se vuelva insostenible.
En cuanto a las sugerencias de modificación de la norma, el 80% de las empresas aboga por permitir la entrega de materiales reciclables o biodegradables de un solo uso, tal como se contemplaba en el proyecto original. Cerca de la mitad solicita aplazar la entrada en vigencia de la prohibición, y un 32% sugiere que solo se prohíba la entrega de plásticos de un solo uso.
Desde la CCS aseguran que estas medidas propuestas podrían ser esenciales para mitigar el impacto económico y asegurar la continuidad operativa de miles de establecimientos y la estabilidad laboral de sus trabajadores. Además, agregan que el debate en el Congreso será clave en los próximos días, determinando el futuro cercano de la industria gastronómica.
