Fotografía del 19 de octubre de 2018, muestra el cráneo de Luzia.
EFE
RÍO DE JANEIRO.- Los equipos que trabajan en la recuperación del
Museo Nacional de Brasil tras el incendio que lo destruyó el
2 de septiembre pasado, han conseguido rescatar hasta ahora unas
1.500 de las 20 milllones de piezas que formaban parte del acervo del mayor museo de Brasil.
"El rescate tan solo
está comenzando, pero las piezas encontradas hasta ahora nos dan esperanza y aliento", afirmó el director del recinto ubicado en Río de Janeiro,
Alexander Kellner, en una rueda de prensa en la que fue exhibida parte de lo rescatado.
El material fue hallado en medio de los escombros de la histórica edificación, durante los trabajos de remoción de los restos y de estabilización de la estructura que quedó en pie.
Entre los objetos rescatados e identificados figuran algunos
minerales, cristales y cuarzos, y piezas de las colecciones de
arqueología y etnología, como una
urna de la etnia marajoara y los
muñecos de la cultura Karajá fabricados por mujeres indígenas a comienzos del siglo XX y considerados patrimonio inmaterial brasileño.
Igualmente fueron rescatados
machetes de piedra y
puntas de flecha en metal de culturas indígenas precolombinas, y un
vaso antropomorfo peruano igualmente precolombino y que pertenecía a la colección del emperador de Brasil
Pedro II.
"Para nosotros es muy importante rescatar las piezas que eran de la colección del emperador", explicó
Claudia Carvalho, coordinadora de los equipos de rescate.
El principal ítem rescatado hasta ahora fue el
cráneo de Luzia, los restos humanos más antiguos descubiertos en Sudamérica, que datan de hace unos 12.000 años y eran una de las joyas del Museo Nacional.
El cráneo, hallado en el estado de Minas Gerais en 1974, fue rescatado de dentro de un escaparate en el que quedó más protegido del fuego que otras piezas y que, pese a algunos daños, puede ser recuperado en gran parte.
Luzia, junto con un meteorito de cinco toneladas hallado en 1784, los restos del primer dinosaurio montado en Brasil, el conjunto de momias egipcias comprado por el emperador Pedro I y la colección de arte grecorromano traída a Brasil por la emperatriz Teresa Cristina, eran algunas de las joyas del Museo Nacional.
Los
objetos recuperados vienen siendo almacenados en dos contenedores que fueron instalados al lado de los escombros del Museo Nacional, y que cuentan con
equipos especiales de ventilación y de control de temperatura.
El rescate es realizado por 47 funcionarios del Museo Nacional coordinados por 10 investigadores.
En la rueda de prensa también fue anunciado que el museo recibió una donación de 190.000 euros ($146.386.708) del Gobierno alemán, que serán usados para la compra de materiales que ayuden en el rescate, como computadores, lupas y equipos de arqueología.
El Museo, el más antiguo y de mayor acervo de Brasil con cerca de 200 años, fue reducido a escombros el pasado 2 de septiembre por un incendio que destruyó la mayor parte de su colección de 20 millones de piezas.
La histórica edificación, que sirvió inicialmente como palacio imperial de Brasil, albergaba el considerado mayor museo de su tipo en América Latina y uno de los cinco mayores en el mundo de historia natural.