Activistas protestan frente a la pirámide del Louvre. "Quiten el nombre de los Sackler", se lee en el cartel.
AFP
El Museo del Louvre (Francia) cubrió el apellido de una familia filántropa del arte, los Sackler, que aparecía como donante de un ala del edificio. La decisión sigue a protestas contra esa familia, que está entre los acusados por la crisis de opiáceos de Estados Unidos.
Algunos miembros de los Sackler están relacionados con la compañía farmacéutica
Purdue Pharma que fabrica el medicamento OxyContin (derivado del opio), un analgésico altamente adictivo que debe ser recetado. Este laboratorio ha sido acusado como uno de los responsables del
uso excesivo de estos medicamentos en Estados Unidos y en junio de este año fue
demandado por el Estado de California por violar las leyes de protección del consumidor.
Esta semana el nombre familiar fue tapado en los carteles del ala de antigüedades orientales del Louvre, y la lista de donantes se retiró de su lugar en el muro, dejando solo la marca y los agujeros.
Según informó The Guardian, la decisión de borrar el apellido de los Sackler se tomó después de que la fotógrafa y activista estadounidense Nan Goldin (quien fue adicta a los opiáceos y actualmente lucha por generar conciencia contra ellos) se manifestara el 1 de julio junto a otras personas afuera de la institución, y exigieran el cambio de nombre del ala Sackler.
Por su parte, el
Louvre emitió una declaración escrita en la que explican que el apellido de los Sackler fue retirado porque se cumplió el período legal establecido para que figurara allí.
"La fundación Theresa y Mortimer Sackler apoyaron la renovación de las salas de arte persa y levantino en el período de 1996 a 1997. Desde entonces, no ha habido ninguna otra donación de la familia Sackler. El 10 de octubre de 2003, la junta del museo decidió limitar el período de duración de las salas nombradas a 20 años. Esta donación tiene más de 20 años, el período de nombres está legalmente cerrado y estas habitaciones ya no llevan el nombre de Sackler".
Al igual que el Louvre, hay otras instituciones han sido presionadas por activistas contra los opiáceos, como el Museo Metropolitano de Nueva York, el Guggenheim de Nueva York, la National Portrait Gallery (Gran Bretaña), entre otras.