8días se cumplen de la huelga de hambre iniciada por el Bafona
"Como una forma
de protesta no violenta los artistas del Bafona se abstendrán de ingerir alimentos por
el maltrato e injusticias practicadas en su contra, que han vulnerado sus derechos humanos, por la represalia de la autoridad a solicitar que se cumpla con sus derechos laborales", dijo la organización cuando anunció la huelga de hambre que se está realizando en la
Academia de Karen Connolly, el lugar que el sindicato ocupa luego de que el año pasado la Secretaría Regional Ministerial (Seremi) de Salud le aplicara un sumario a la sede de Fray Camilo Henríquez, según indicó la agrupación.
"Esto nos ha llevado hoy a tener que soportar la terrible situación de aislamiento comunicacional, laboral, etc. en la que nos mantienen, el no pago de remuneraciones sin justificación,
el habernos apartado de nuestros puestos de trabajo, reemplazándonos después de 20 o 30 años de trayectoria en la compañía", agregó el comunicado.
La semana pasada,
la Subsecretaría de las Culturas respondió a estos cuestionamientos señalando que "la Contraloría General de la República ha desestimado diversas denuncias presentadas en el caso de la homologación de remuneraciones, así como cuestionó el pago de remuneraciones a quienes se mantienen inactivos; la Mutual de Seguridad desestimó la declaración de enfermedades laborales".
Y luego señalaron que "tanto la Corte de Apelaciones de Santiago como el Tribunal del Trabajo
han declarado inadmisible acciones emprendidas por este grupo de trabajadoras y trabajadores".
En cuanto a los
descuentos de las remuneraciones, indicaron que fueron "efectuados a un
grupo minoritario de funcionarios públicos que se desempeñan en Bafona", y que "corresponden al cumplimiento de dictámenes pertinentes de la Contraloría General de la República que señalan que no se pueden pagar sueldos
a quienes no registran debidamente su jornada laboral y además no cumplen las instrucciones de sus jefaturas para el desarrollo de sus labores".
"Como institución
mantenemos la voluntad de diálogo y de trabajo conjunto en la búsqueda de soluciones", concluyó la misiva.
El Bafona contestó a esta declaración por medio de un comunicado, señalando que "los dictámenes de la Contraloría a los que hace mención el documento,
son Dictámenes Generales de la CGR y no aplican para estos trabajadores, pues estos artistas
han sido segregados y apartados de sus funciones, en ningún caso por voluntad propia, sino por orden de la Subsecretaría del Ministerio de las Culturas.
Los descuentos que se les han aplicado a estas personas NO han sido visados ni autorizados por la Contraloría General de la República", afirmaron.
Además denunciaron que "en enero de 2024, el libro de asistencia fue sustraído por una funcionaria de gestión de personas, por una situación conspirativa de dejar a los artistas sin sistema de marcaje, ya que son artículo 22. Por otra parte, estos integrantes no han sido citados a ensayos ni presentación alguna del Ballet Folclórico Nacional, desde diciembre del 2023 a la fecha, incluso sin la posibilidad de entrar a la sala de ensayo".
Y finalizaron indicando que "queremos ser enfáticos y que la ciudadanía se informe que
nuestros sueldos impagos de estos tres meses aparecen en la página de transparencia del gobierno como pagados a cada trabajador, sin embargo,
esos fondos se mantienen hasta hoy con paradero desconocido. El Ministerio de las Culturas jamás ha mostrado capacidad de diálogo ni voluntad para resolver este conflicto, ni menos la búsqueda conjunta de soluciones".
El conflicto ya escaló a la
esfera política. Dos senadores apoyaron la movilización de los artistas. "Más allá de sumarios administrativos,
esto se resuelve con gestión", dijo a El Mercurio, el exministro de las Culturas
Luciano Cruz-Coke, quien recibió una llamada de Noela Salas la semana pasada.
"Me ofrecí para apoyar en la solución del problema. Los trabajadores del Bafona son personas de trayectoria y llevan mucho tiempo esperando soluciones", estableció.
Por su parte,
Ximena Rincón fue más categórica y apuntó directamente contra las autoridades del Ministerio de las Culturas.
"Nunca ha habido un espacio de diálogo posible con la ministra y la subsecretaria, que es realidad la causante del problema. Hay imágenes de carabineros que les impiden el paso (a la gente de Bafona). Salió una persona a decir que la autoridad no los iba a recibir", señaló.
"Esto ha permeado en el Parlamento y
será un tema jodido para la próxima discusión del presupuesto", agregó.
"No depondremos nuestra huelga de hambre"
Este lunes,
a ocho días de que iniciaron la huelga de hambre, los artistas del Bafona siguen esperando una respuesta por parte del Ministerio de las Culturas. Sin embargo,
fueron enfáticos en señalar que no la van a deponer, hasta que reciban sus remuneraciones correspondientes a los meses de mayo, junio y julio.
"Hasta hoy nadie se ha hecho cargo de las denuncias realizadas por el Bafona.
La autoridad declara estar abierta al diálogo, pero cuando acudimos a preguntar por nuestras remuneraciones sustraídas, nos sacan con la fuerza pública del ministerio en el que trabajamos hace más de 20 años", aseguró la organización por medio de un nuevo comunicado hoy.
"No depondremos nuestra huelga de hambre, hasta que el Ministerio de las Culturas, a través de la Subsecretaría de las Culturas, gestione y realice la devolución inmediata del dinero sustraído a 18 integrantes del elenco artístico del Bafona".
Bafona
"El único diálogo que la ministra Carolina Arredondo ha realizado, es a través de un mensaje de WhatsApp, en el que señala que '
el empleador del servicio es la subsecretaria Noela Salas y que le ha transmitido el mensaje'", agregó la misiva.
Además el texto firmado por Evelyn Hernández, la presidenta del Sindicato de Trabajadores del Bafona, establece que como la autoridad no dio respuestas a sus demandas, acudieron "nuevamente a la comisión de cultura del Congreso, debido a que las represalias nos han llevado a tomar la
trágica decisión de poner en riesgo nuestras vidas, pues estamos frente a una administración blindada por las diversas instituciones estatales que deberían haber cautelado nuestros derechos laborales y humanos".