El ministro de Defensa, Reymi Ferreira.
EFE
LA PAZ.- El Gobierno de Bolivia calificó de "infamia grosera" la acusación de la Presidenta Michelle Bachelet de que los dos militares y siete funcionarios aduaneros bolivianos detenidos el domingo en la frontera cruzaron a territorio chileno porque querían robar nueve camiones con carga.
En declaraciones a los medios en La Paz, el ministro de Defensa, Reymi Ferreira, ratificó que, al contrario, hubo una "invasión" por parte de los carabineros chilenos al territorio boliviano y "un secuestro de ciudadanos que estaban cumpliendo con su deber".
"Es una infamia grosera el que una Jefe de Estado calumnie de esa forma a gente que estaba cumpliendo con su deber", manifestó.
Añadió que es "insostenible" la tesis de que nueve bolivianos ingresen a Chile para robar igual número de camiones.
Ferreira replicó así a la Presidenta chilena, quien sostuvo que los bolivianos detenidos "estaban en territorio chileno cometiendo delitos" y que "querían robarse nueve camiones con productos y se robaron uno".
El ministro insistió en que los militares y funcionarios bolivianos detenidos estaban luchando contra el contrabando que pasa de Chile a Bolivia y aseguró que en este caso no había nueve camiones con carga que estaban siendo perseguidos, sino solo tres.
La autoridad se refirió al tema tras presentar los libros "Los Colorados de Bolivia. Recuerdos de un subteniente" y "Memoria del cnel. Ezequiel Apodaca Potosí-Cotagaita-Camino a las Canchas Blancas. 1879-1880", sobre la Guerra del Pacífico.
Según información procedente de Chile, el cuerpo de Carabineros detuvo a los bolivianos en el sector conocido como Panavinto, en territorio chileno correspondiente al Salar de Coipasa.
Un juzgado de de Pozo Almonte, en la Región de Tarapacá, declaró legal y amplió hasta el próximo miércoles la detención de los nueve bolivianos.
El Gobierno de Evo Morales ha asegurado que los funcionarios aduaneros y los militares bolivianos nunca abandonaron el territorio nacional e intentaron realizar el operativo contra el contrabando a unos 350 o 400 metros de la frontera, cerca de un puesto castrense boliviano avanzado, antes de ser detenidos.