Los LeBarón son una gran familia mormona estadounidense que llegó a México en 1924 y que ha hecho noticia luego de que nueve miembros terminaran muertos a balazos y calcinados, aparentemente por redes del narcotráfico.
El lunes,
nueve personas del clan -tres mujeres y seis niños- fueron asesinados mientras viajaban desde la localidad de Bavispe, en Sonora, hacia la comunidad mormona de La Mora. Asimismo, otros seis menores lograron escapar y quedaron heridos, mientras que una séptima quedó ilesa.
En conversación con el diario El Universal, Julián LeBarón, pariente de todas las víctimas, dijo que no descarta que el ataque haya sido culpa de los carteles. "Esto que hicieron no tiene nombre, fue un atentado a todas las familias del país. Sabemos que hay pugna entre los carteles de por aquí, entre Chihuahua y Sonora, pero eso no se vale", señaló.
En tanto, el Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, dijo que, tras sostener una conversación con su par estadounidense, Donald Trump, "las instituciones del Gobierno de México actúan para hacer justicia".
Los LeBarón
La entrada de la comunidad LeBarón en el municipio de Galeana, en el estado de Chihuahua. Crédito: EFE
La familia LeBarón pertenece a la Iglesia del Primer Nacido, una escisión fundada en Chihuahua en 1924 de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. Los primeros colonos llegaron a México huyendo de la prohibición de la poligamia instaurada en el seno de la iglesia mormona en 1890.
1924 fue el año en que la familia LeBarón llegó a México
Entre ellos llegaron
Joel y Ervil LeBarón, quienes fundaron en 1955 la iglesia del Primogénito de la Plenitud de los Tiempos. Vivieron en una granja que bautizaron como
"Colonia LeBarón" y la comunidad, que prosperó en la región principalmente con la producción de nueces, vivió de forma aislada en la zona manteniendo el inglés como principal idioma.
Ervil murió en una prisión de Utah, Estados Unidos, tras haber sido acusado del asesinato de varios de sus rivales dentro de la iglesia. Según ciertas versiones incluso mandó a matar a Joel luego de haber creado una nueva iglesia.
En la actualidad, la comunidad LeBarón está compuesta por cerca de cinco mil personas, según Julián.
Secuestros, asesinato y lucha por la seguridad
Julián LeBarón en la Caravana por la Paz de 2011. Crédito: Cuartoscuro, El País
Fue en 2009 cuando el apellido LeBarón llegó a los titulares de los medios mexicanos. A principios de mayo de ese año uno de los hermanos de Julián, Erick LeBarón, de 17 años en ese entonces, fue secuestrado por redes del narcotráfico que exigieron US$1 millón por su liberación.
La comunidad de los LeBarón anunció públicamente su decisión de no pagar el rescate y se manifestó tanto en medios nacionales como internacionales contra la creciente inseguridad de la región durante la llamada "guerra contra las drogas" que declaró el entonces Presidente Felipe Calderón.
Una semana más tarde Erick fue liberado. Sin embargo, meses después, Benjamín (32), el hermano de Erick, y Luis Widmar Stubbs, su cuñado, fueron secuestrados y posteriormente asesinados.
"No sabemos qué vamos a hacer o qué sigue"
Julián LeBarón
Los responsables colocaron una manta frente a sus casas en la que indicaban que el asesinato era en
respuesta al activismo de la familia contra la inseguridad.
Desde entonces, según indicó Julián al diario mexicano, su familia cuenta con protección federal.
Después de esos dos asesinatos, Julián se convirtió en uno de los protagonistas de la Caravana por la Paz con Justicia y Dignidad. El movimiento, compuesto por unas 600 personas, familiares de desaparecidos y asesinados, viajó por varios estados de México para transmitir con urgencia la necesidad de un cambio en la estrategia de seguridad.
La familia también se ha visto envuelta en polémicas con agricultores locales. El problema ha sido por el uso del agua, bien escaso en el norte de México. Los campesinos de algunas comunidades, según señala el medio español El País, han acusado a los LeBarón de apropiarse de al menos 14 fuentes con las que riegan los nogales de las colonias mormonas.
Respecto al futuro del clan, Julián dijo a El Universal que la comunidad no tiene pensado cambiar de residencia, que seguirán defendiendo su territorio y que "no sabemos qué vamos a hacer o qué sigue".