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Decisión de México de no invitar a Felipe VI al cambio de mando desata nueva crisis diplomática: España declina ir al evento

La mandataria electa, Claudia Sheinbaum, justificó la acción debido a que el monarca no respondió en su momento la carta enviada por Andrés Manuel López Obrador, quien le exigió disculpas por los hechos ocurridos durante la colonia.

25 de Septiembre de 2024 | 13:02 | Redactado por Ramón Jara A., Emol/Agencias
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La presidenta electa de México, Claudia Sheinbaum, y el rey Felipe VI de España.

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A pocos días de que termine el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador, México volvió a protagonizar un conflicto diplomático con España, luego de que el país norteamericano decidiera no invitar al rey Felipe VI a la ceremonia de investidura de la presidenta electa Claudia Sheinbaum, desatando la molestia de Madrid, que a su vez optó por no enviar a ningún representante al evento.

El Gobierno español subrayó que la decisión de no enviar una delegación a la ceremonia del próximo 1 de octubre se adoptó en defensa de Felipe VI y ante una actitud de México que considera inexplicable.

El Ministerio de Asuntos Exteriores difundió este miércoles un comunicado en el que considera "inaceptable" la actitud del Gobierno mexicano y fuentes del Ejecutivo aseguran que "no se entiende" la exclusión de Felipe VI de la invitación oficial.

Además del rey, que es quien acude a las tomas de posesión de los presidentes latinoamericanos, estaba previsto que participaran el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, y la vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz.

Este hecho viene a coronar la serie de desencuentros entre México y España desde la llegada de López Obrador al poder hace cinco años y, al parecer, las relaciones seguirán tensas con Sheinbaum al mando.

Un historial de polémicas


Felipe VI acudió a la toma de posesión de López Obrador el 1 de diciembre de 2018 y el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, fue el primer líder extranjero recibido por el Mandatario mexicano. Pero pocos meses después de estrenarse en el cargo, comenzaron los roces con Madrid que han desembocado en esta crisis diplomática.

En marzo de 2019, López Obrador llegó a enviar una carta a Felipe VI en la que le pedía que reconociera los "errores" durante la conquista española y ofreciera disculpas por ellos.

"México desea que el Estado español admita su responsabilidad histórica por esas ofensas y ofrezca las disculpas o los resarcimientos políticos que convengan", rezaba la carta.

El Gobierno de Pedro Sánchez rechazó entonces con "firmeza" su contenido. Pero el Presidente mexicano insistió en las críticas a la conquista española en agosto de 2021 y en febrero de 2022, cuando habló de "pausar" las relaciones con España y con las empresas españolas, en especial con Repsol, a la que acusó de lucrarse a costa de licitaciones otorgadas por el Estado mexicano desde 2003.

"A mí no me paga Repsol, me pagan los mexicanos", aseguró en 2019.

Sheinbaum, heredera política de López Obrador, explicó este miércoles que no invitó al rey de España a su ceremonia de investidura, el 1 de octubre porque el monarca no respondió a la carta del aún Presidente mexicano, para pedir perdón por la conquista.

"Lamentablemente, dicha misiva no mereció respuesta alguna de forma directa, como hubiera correspondido a la mejor práctica diplomática de las relaciones bilaterales", apuntó en un comunicado.

En las últimas décadas, y antes del mandato de López Obrador, las relaciones entre los dos países, a los que también unen estrechos vínculos comerciales, se habían mantenido en el terreno de la cordialidad, con escasos roces.

Felipe VI, bien como príncipe o ya como monarca, asistió a las tomas de posesión en Felipe Calderón (2006); Enrique Peña Nieto (2012) y López Obrador (2018).

Una tradición de años


Desde que asumió la Jefatura del Estado español hace diez años, Felipe VI ha asistido a 17 tomas de posesión. La primera fue, precisamente, a la de López Obrador en diciembre de 2018, su último viaje a México, y la más reciente, en República Dominicana el pasado 16 de agosto.

Como príncipe representó a España en otras 69 ceremonias, -la primera en 1996 en Guatemala-, por lo que en total suma 86 presencias en relevos de mandatarios de países latinoamericanos con base democrática.

Solo por decisión del Gobierno español, el rey no ha acudido a algunas tomas de posesión, en su mayoría a aquellas en las que el representante como rey emérito fue su padre, Juan Carlos I, una vez que dejó el trono, aunque dejó de asumir este papel en marzo de 2018, en puertas de que su reputación empezara a deteriorarse.

En otros casos, el Ejecutivo no envió como representante a Felipe VI por razones políticas, como fue el caso de la investidura del ex presidente brasileño Jair Bolsonaro en 2018 o del actual mandatario salvadoreño, Nayib Bukele.

Tampoco lo hizo en abril de 2013 cuando llegó al poder Nicolás Maduro en Venezuela debido a la crisis interna que se generó en el país caribeño tras el fallecimiento de su antecesor, Hugo Chávez.

Durante todos estos años, el monarca español ha protagonizado algunas polémicas. En 2022, en la investidura de Gabriel Boric en Chile, éste criticó que la ceremonia sufriera un retraso porque Felipe VI llegó tarde, algo que la Casa Real atribuyó a un problema de planificación que no fue responsabilidad del monarca. El Gobierno chileno se retractó luego.

Ese mismo año, en la toma de posesión de Gustavo Petro en Colombia, se le reprochó al monarca no haberse levantado al paso de la espada del libertador Simón Bolívar, como hicieron otros invitados.

Recordando este episodio, la diputada de extrema izquierda española Ione Belarra, del partido Podemos, defendió la decisión de México de no invitarlo. "El rey avergonzó a España en la toma de posesión de Gustavo Petro y ahora no le invitan a México", escribió en la red social X, asegurando que "el rey es un problema para las relaciones internacionales basadas en el respeto".
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