Pantallazo Poder Judicial
SANTIAGO.- Por unanimidad, el Tribunal Oral en Lo Penal de Valparaíso halló culpable de doble homicidio al joven
Giuseppe Briganti Weber, quien asesinó a los universitarios
Exequiel Borvarán Salinas (18) y Diego Guzmán Farías (25), 14 en mayo de 2015, cuando finalizaba una marcha en esa ciudad.
Los jueces estimaron que las pruebas presentadas por la fiscalía daban cuenta de que el imputado siempre apuntó a los manifestantes y no hizo un disparo al aire como señalaba su defensa.
En su alocución, el juez presidente Matías Urrejola, explicó que las pruebas permitieron establecer que Briganti cometió dos delitos de homicidio simple, cuando ese día, tras discutir con un grupo de personas, Briganti "ingresó a su domicilio -en la calle Molina-, para instantes más tarde, situarse en el umbral de la puerta de acceso del inmueble con una pistola nueve milímetros marca CZ, modelo 83, efectuando con ésta, con la intención de matar, un disparo hacia la gente que se encontraba en la plaza".
"El disparo impactó a Exequiel Borvarán Salinas, quien resultó con traumatismo toraco-cervical por proyectil balístico con salida de proyectil. El mismo proyectil balístico, en su recorrido impacta a Diego Guzmán Farías. Él resultó con traumatismo torácico y raquídeo, sin salida de proyectil. La gravedad de las lesiones provocadas a ambos causaron luego sus muertes", añadió el magistrado.
El juez agregó que tras el disparo, Briganti volvió a su domicilio, donde escondió el arma en el entretecho del lugar, pero el artefacto fue encontrado en horas de la tarde de ese día por personal policial.
En su acusación, la fiscalía también imputó a Briganti los delitos de tráfico ilícito de drogas en pequeñas cantidades y de porte ilegal de armas. Pero en ambos casos, también por unanimidad, los jueces lo absolvieron.
Los magistrados argumentaron que en el caso de la droga encontrada en su vivienda -42,14 gramos- estaba en un lugar de libre acceso a todos los integrantes de su familia, por lo que ésta podría haber pertenecido a otra persona.
Mientras que en cuanto a la segunda imputación, los jueces señalaron que nadie vio a Briganti salir de la casa con el arma y que su padre dijo ser el dueño de ésta.
El joven arriesga hasta 24 años de privación de libertad por los crímenes por los que hoy, por unanimidad, fue hallado culpable.