Los siete rincones verdes de Santiago para conectar con la naturaleza en medio de la jungla de cemento

El Parque Uruguay en Providencia es mi esquina verde preferida. Donde transitan al día miles de ciclistas que bajan sus emisiones al mismo tiempo en un espacio mucho más humano para todos los santiaguinos.

Allí el peatón, el ciclista, los deportistas, confluyen en un Santiago mucho más sustentable y por el cual yo transito todos los días.

Yo soy fotógrafo de naturaleza y es un verde que la gente no cacha mucho y está a la mano.

Con más onda de paisajísmo, saliéndose del drama de la muerte, son unos jardines súper bien mantenidos, que en primavera se preocupan de cambiar las especies, y en verano y otoño es un lujo caminar por ahí.

El Parque del Recuerdo como para ir a caminar está súper bien diseñado. Un pulmoncito verde que es bonito de ir a ver.

Otro rincones son las quebradas del cerro Manquehue. Entras por Antonio Rabat hacia arriba y te pones a caminar y son súper bonitas: harto verde, harto Quillay, bien nativo. Cuando hay esos días de neblina es un lujo para sacar fotos.

Es un parque muy hermoso y con vegetación nativa es el que queda en la comuna de Ñuñoa. Hay muchas especies de árboles nativos muy bien cuidados.

Más allá de un rincón, yo destacaría todo el Parque, pues tiene una sorprendente concentración de árboles nativos de la zona central de Chile. Junto con ello se concentra una cantidad importante de aves nativas en plena ciudad.

Es un bolsón de silencio en Santiago, y que lo provee la viña Concha y Toro, en Puente Alto.

La gracia que tiene ese biombo es que todo ese sector detrás genera un espacio de bosque nativo. Eso amortigua el ruido de Santiago. Si uno ve el mapa de ruido del ministerio del Medio Ambiente, te das cuenta que es el lugar donde hay menos ruido es ahí.

Por otro lado, un espacio verde creado por el hombre, que está muy bien hecho, es el humedal que está en el Parque Bicentenario, que tiene las mismas características de la laguna que está en el Parque O´Higgins. Ambos permiten disminuir la temperatura y al ser humedales generan pequeños reservorios de biodiversidad.

Bosque Santiago es lo más destacado de la capital. Es el lugar que se conecta el lado urbano con la cordillera de Los Andes, entonces está la interfaz ciudad y naturaleza. Para mi es un lugar extraordinario.

En el Bosque Santiago hay un lugar muy bonito, donde se siente muy pacífico porque estás cubierto de bosques: el bosquete de Olmos. Ese es un lugar muy especial.

También destacaría los cerros de Chena, por su mística. En ese lugar hay detenidos desaparecidos y fue campo de batallas. Desde el punto de vista histórico, es un lugar extraordinario.

Cerro Manquehue yo diría que es un lugar súper interesante. No vas a encontrar ningún otro ecosistema tan cerca de la ciudad que tenga esa diversidad de especies.

Tiene bosques esclerófilos en la ladera sur sobre todo, en el sector que se llama Agua del Palo, ahí uno se puede encontrar con zorros y especies características del bosque esclerófilo: peumos, quillay. Además de aves típicas del bosque como el ralladito, aves endémicas como las turcas y los tapaculos. Hay una diversidad bien interesante.

Si te vas a la ladera de exposición norte, tiene toda una diversidad de plantas geófito, que son estas estacionales como las añañucas y los azulillos, que son espectaculares, en primavera por sobre todo. Además tienes las puyas y los chaguales que están amenazadas y se mantienen ahí, hasta ahora.

Hay bosques de ciprés bastante antiguos en la parte alta, y en la parte baja hay bosques con canelos y minguez que son difíciles de encontrar en otros lados,

La Quebrada de Macul también es interesante, y es un lugar que está bien administrado para paseos. Tiene harto verde y hay un río ahí.