SANTIAGO.- En marzo de este año,
ocho de cada 10 familias a las cuales se les preguntó si donarían los órganos de un ser querido -luego de comprobar que este estaba con muerte cerebral y cumplía las condiciones para donar- respondieron "no".
Ese mes se alcanzó la mayor negativa familiar a la donación de órganos al menos desde enero de 2017. Un récord que llega a complicar todavía más al sistema de trasplantes que este año ha experimentado una fuerte caída: a agosto de este año solo se habían presentado 68 donantes, poco más de la mitad de los 128 del 2017 a la misma fecha. Esto, mientras la lista de espera por una operación sigue creciendo.
Según la ley vigente,
todos los chilenos son donantes de órganos a menos que expresen lo contrario en una notaría. Igualmente, los equipos médicos preguntan a las familias de los fallecidos si donarían sus órganos.
Esa labor está en manos de personas capacitadas para ello, que aprenden a acercarse a las familias en momentos difíciles y explican el proceso cuando detectan un potencial donante.
Las cifras del Ministerio de Salud muestran que la negativa familiar oscila mes a mes, aunque la de marzo (82%) fue inesperada. Si bien los meses siguientes una mayor proporción accedió a donar órganos, igualmente el primer semestre terminó con 63% de rechazos.