"¡Me están rompiendo todas las puertas! Estoy en mi oficina". Ese fue parte del desesperado audio que la rectora del Instituto Nacional, Lilí Orell, envió por WhatsApp para pedir ayuda en medio del intento de un grupo de encapuchados de atacar su despacho, el que, aparentemente, incluía la idea de quemar la oficina. La rápida intervención de Fuerzas Especiales evitó que el incidente pasara a mayores, pero desencadenó una nueva jornada de enfrentamientos, gases lacrimógenos y suspensión de clases, en un año que ha sido especialmente violento en el recinto educativo. Tras estos hechos, la intendenta Karla Rubilar señaló que "solicitamos a Carabineros que desarrolle e implemente a la brevedad un plan de protección especial (...) Estamos preocupados de la rectora, pero también de profesores, alumnos y padres".
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