SANTIAGO.- Asumió el pasado 1 de enero en uno de los cargos claves del Gobierno y en pocos días Juan Francisco Galli, el nuevo subsecretario del Interior, ha tenido que enfrentar varios hechos de la contingencia. Y es que, según recuerdan en La Moneda, eso es precisamente parte de sus funciones, tal como solía hacerlo su antecesor Rodrigo Ubilla: abordar conflictos. Eso sí, con estilos diferentes.
Por ejemplo, el ex subsecretario del Interior es reconocido por tener un carácter duro y exigente, y si bien sus cercanos señalan que Galli es igual de exigente con el trabajo, tiene un tono más dialogante, es cercano y amistoso.
Sin embargo, quienes conocen a ambos, dicen que la nueva autoridad ha logrado darle ritmo a la Subsecretaría del Interior, sin necesitar mucho tiempo para adaptarse a su nuevo rol, y ya el tercero durante lo que va del gobierno, ocupando previamente los puestos de subsecretario de Fuerzas Armadas y de Segpres.
Junto a esto, afirman que ha logrado mantener el compás que llevaba Ubilla, llegando muy temprano a La Moneda y retirándose muy tarde de Palacio. Y si bien incorporó nuevos colaboradores a la cartera, en general mantuvo la estructura que tenía su antecesor, así como reuniones frecuentes con las policías.
Foco en Carabineros y seguridad
Al inicio de esta administración una prioridad de la Subsecretaría era la migración, mientras que en esta nueva etapa –y aunque esperan que la ley avance en el Congreso-, Galli está muy concentrado en la coyuntura, restablecer el orden público en medio de la crisis social y encabezar la modernización de las policías.
"Viene a hacer cambios", recalcan desde su círculo, al mismo tiempo que resaltan que hasta ha tomado la iniciativa de visitar de vez en cuando Carabineros para monitorear el desarrollo de marchas.
En esa línea, altas fuentes de Gobierno aseguran que aunque el nuevo subsecretario tiene mucho respeto por Carabineros, cuenta con la personalidad y el carácter para hacer las modificaciones que se requieren en la institución, la cual debería contemplar un nuevo modelo de control del orden público más acorde con los nuevos tiempos. A lo que se suma su experiencia liderando la modernización de las Fuerzas Armadas.
Desde su entorno, comentan, que tiene claro que en él va a recaer parte importante de la labor del orden público, pues el ministro del Interior, Gonzalo Blumel, tiene además las tareas propias del área política como todo jefe de gabinete.
Ante esto se hace aún más relevante la buena relación que tiene con Blumel, pues se conocen desde antes, siendo un plus también para Galli el haber trabajado en el primer gobierno del Presidente Sebastián Piñera, así como también en la Fundación Avanza Chile. Pero más allá de ser una buena dupla, agregan, que el subsecretario respeta las jerarquías y sabe cuál es su papel.
Manejo público y primeras pruebas
Desde que comenzó sus funciones, al subsecretario del Interior le tocó enfrentar el incendio y saqueo a la Iglesia San Francisco de Borja, destinada a Carabineros. De hecho, ese día emitió su primer tweet, ya en el cargo y el cual tuvo muchos comentarios y reacciones de los usuarios. Mensaje que escribió personalmente, pues él mismo maneja su cuenta de Twitter.
"Quemar y saquear la iglesia institucional de Carabineros de Chile y atacar el monumento a sus mártires es violencia pura. Necesitamos tener una sola voz en contra del vandalismo. Las acusaciones constitucionales por resguardar el orden público amparan esta violencia", enfatizó en la red social.
Luego, le tocó el abordar las coordinaciones de resguardo por la Prueba de Selección Universitaria (PSU) y la ofensiva contra los estudiantes que incitaron el boicot del test, entre otros hechos. Así, asumió la vocería sobre el balance de la primera jornada de la prueba, junto al subsecretario de Educación Superior, Juan Eduardo Vargas.
Ante su exposición pública, destacan en Palacio que Galli tiene buen manejo de los medios, es calmado y responde todas las preguntas que se le hacen, otras características más de ese nuevo estilo y sello que busca imponer.