Antes de que una persona que deba efectuar cuarentena —y que no tenga las condiciones mínimas para hacerlo— cruce la puerta de la habitación que lo albergará por 14 días en una residencia sanitaria, varias cosas tienen que ocurrir: el director del servicio de salud correspondiente a la zona debe firmar un contrato con el hotel, el personal del recinto debe ser capacitado, y la autoridad sanitaria de la región debe determinar que su caso amerita un cupo.
Es parte del trabajo que está detrás de la estrategia de las residencias sanitarias, que "tiene como único objetivo poder otorgar una justicia sanitaria a las familias más vulnerables de nuestro país, para que toda persona pueda realizar una cuarentena de forma efectiva y cumplir con los protocolos que los expertos han recomendado", según explicó este martes el subsecretario de Redes Asistenciales, Arturo Zúñiga.
Hasta ese día, en todo Chile se contabilizaban 4.347 habitaciones en la red de 92 residencias habilitadas en todas las regiones del país, concentrando la Región Metropolitana el 53% de los cupos. En total, se cuentan 1.901 usuarios en las residencias. El catastro de cupos se empezó a incluir este martes en el reporte gráfico que publica el Minsal a diario, aunque la estrategia existe desde marzo.
Y es que esta semana se espera un crecimiento acelerado del número de residencias: el lunes, el ministro Jaime Mañalich comprometió que "de aquí al día viernes" se llegará a los "10 mil cupos, concentrados en la RM". En el primer día desde la promesa, 131 nuevas habitaciones fueron habilitadas y se sumaron dos residencias a la red, lo que significó un aumento de un 3,1% de los cupos.
En casi dos meses, la capacidad de la red de residencias ha aumentado significativamente: el 13 de abril, cuando se contabilizaban 7.525 casos confirmados de covid-19, existían 1.245 habitaciones, con un total de 219 usuarios. Un mes después, con 38.381 casos, el total de cupos en residencias había subido a 2.288 y el de usuarios a 791. Desde ese momento a hoy, el total de cupos ha aumentado en un 89%, mientras que el número de usuarios subió un 140%.
Las residencias por dentro
Según el ministro, la habilitación y uso de residencias sanitarias es "un pilar fundamental de la estrategia" para contener la propagación del covid-19, debido a que se ha vuelto "crucial" la necesidad de aislar a quienes pueden contagiar la enfermedad. En ellas, afirmó el subsecretario Zúñiga, "no solamente se entrega un lugar para dormir".
Alimentación, apoyo médico, un "equipo de salud mental para apoyar a las personas que están residiendo", y "actividades para poder distraer a las personas de forma efectiva" son parte de los servicios que se otorgan. "Vamos a ir adicionando cosas para hacer esta estadía de la mejor forma posible", añadió Zúñiga.
En conversación con Emol, la subsecretaria de Salud Pública, Paula Daza, entrega más detalles sobre el funcionamiento de estos recintos, desde el momento en que se habilitan hasta que el paciente termina su cuarentena. En primer lugar, quien decide otorgar un cupo es la seremi de Salud o el director del servicio de salud a través de la atención primaria.
"Algunos tienen cocinilla o implementos para poder hacerse un té o un café. Las personas comen sus cuatro comidas dentro de la habitación para disminuir la propagación del virus"
Paula Daza
Una vez asignada la residencia, la seremi ejecuta el traslado con vehículos y medidas de protección. "Antes de establecer un hotel como residencia sanitaria, se hace una capacitación a todo el personal que atiende en el hotel respecto a los aspectos sanitarios, de protección personal, de cómo manejar la alimentación y la higienización de los dormitorios", explica la subsecretaria.
Los dormitorios "en general son individuales, pero a veces hay familias con niños o matrimonios, y a esas personas se les mantienen juntos", asegura. "Las personas se mantienen durante todo el periodo el aislamiento ahí y tienen controles periódicos por personal de salud una o dos veces al día, donde se les toma la temperatura, los signos vitales, para evaluar si aparecen síntomas clínicos o si la persona se agrava".
En cuanto a la alimentación, el personal especializado provee cuatro comidas diarias que se entregan "en general una vez al día, o a veces dos". "Algunos tienen cocinilla o implementos para poder hacerse un té o un café. Las personas comen sus cuatro comidas dentro de la habitación para disminuir la propagación del virus", cuenta Daza.
El único momento en que las personas salen de la habitación es cuando el personal de aseo higieniza bajo "estrictas medidas de seguridad". Esta es la rutina que se establece por 14 días, comenta la subsecretaria: "Cumplido su periodo de aislamiento y en caso de que esté bien, se vuelven a su hogar".