El Presidente Gabriel Boric.
Emol
Una nueva crítica vertió el Presidente Gabriel Boric sobre la extrema derecha en el marco de su gira por Europa. En la primera actividad oficial de su paso por Estocolmo, Suecia, el Mandatario encabezó un encuentro con académicos y estudiantes de las universidades miembros de la Plataforma de Cooperación Académica Chile-Suecia, en la Universidad de Estocolmo.
En su alocución, el jefe de Estado relevó el rol que la "diplomacia científica" cumple en la actualidad. "He visto con preocupación, a propósito del alza de las extremas derechas en el mundo y también en Chile, cómo ha habido un cuestionamiento a la eficacia o a lo necesario de las instancias multilaterales", advirtió.
"Se plantea esta crítica con mayor o menos densidad, pero se expresa en una suerte de agenda que se ridiculiza como anti-ONU y se especifica de estar en contra de los ODS, de los Objetivos de Desarrollo Sostenible 2030", sostuvo.
Y añadió: "Cuando le pregunta en general a quienes vociferan en contra de esto, no tienen qué son los ODS, pero creo que es muy importante el rol que cumplen ustedes en tiempo de negacionismo, en tiempos de cuestionamiento a la diplomacia científica en tiempos en donde la misma ciencia se pone en duda".
Exilio
En los primeros minutos de su discurso, el Presidente también relevó el vínculo de Suecia y Chile, considerando el recibimiento que dicho tuvo con los exiliados políticos de la dictadura. Una colonia a la cual Boric ha extendido perdón en nombre del Estado chileno, en los casos de Francia y Berlín.
"Tenemos una relación de más de dos siglos y en estos dos siglos, pese que estamos tan lejos unos de otros, hemos tenido una gran colaboración y entendimiento por cierto con periodos que resultan imborrables en la historia de nuestra patria, especialmente cuando este país recibió a tantos exiliados que buscaban seguridad que nuestra patria no les preveía, sino que más bien la amenaza durante la dictadura", señaló.
De hecho, Boric particularizó al representante de Chile en el país europeo. "El caso de nuestro embajador aquí en Suecia, Tucapel Jiménez, cuyo padre fue vilmente asesinado por la dictadura, es quizás el ejemplo más prístino de aquello, él fue recibido a mediados de los 80 acá en Suecia".
"Me sorprendió mucho cuando compartimos con Tucapel Jiménez la comisión de Trabajo en la Cámara de Diputados, cuando los dos éramos parlamentarios y un día fue una delegación sueca en donde, por supuesto la mayoría, o sea todos, no entendíamos el idioma y Tucapel de repente se pone a hablar en sueco. Una cuestión muy impresionante porque es un idioma particularmente difícil, y ver como se forjan esos vínculos es realmente impresionante", relató.