BEIJING.- En noviembre del año pasado un científico chino llevó todas las miradas del mundo a él tras anunciar que había modificado genéticamente a dos bebés que nacieron sin complicaciones inmediatas. Los primeros días de 2019 la Administración Nacional de China del Espacio (CNSA) anunciaba la llegada de su sonda al lado oculto de la Luna. Investigaciones en energías renovables o biología molecular es algo de todas las semanas.
El avance de la ciencia en el país está tomando un renovado rumbo y nada de lo anterior es gratuito. El Presidente chino, Xi Jinping, ha puesto sus esfuerzos en el Ministerio de Ciencia y Tecnología (MOST, por sus siglas en inglés) para aumentar la presencia del país en estas materias.
De acuerdo a un análisis realizado por Nikkei y Elsevier, entre 2014 y 2016 el 11% de las publicaciones científicas más influyentes vinieron de este país y durante los últimos años esta situación ha ido en aumento según diversas publicaciones de renombre como las revistas Nature y Science.
Claro que todo esto va de la mano de una exhaustiva revisión. En junio del año pasado el Mandatario le solicitó a MOST que comenzara la confección de una "lista negra" con todos los científicos que no sigan los estándares de excelencia, con esto, los investigadores que no cumplan serán sancionados con la prohibición de participar en becas o proyectos por apoyo estatal.
Así, el país ha logrado avances en materia de desarrollo de baterías, armamento y dispositivos que le permitan ganarse un lugar en la batalla científica internacional con importantes lanzamientos espaciales y nuevos paradigmas que han sorprendido a la comunidad internacional.
Cuando el 3 de enero de este año la sonda Chang'e 4 logró su alunizaje con éxito en la cara oculta de la Luna se marcó el inicio de un nuevo momento en la nueva carrera espacial. Las imágenes que se han compartido son inéditas y se suman al proyecto que tiene China de establecer una base de investigación en el satélite natural de la Tierra, mientras las otras naciones continúan sus esfuerzos por dar el siguiente paso.
Lo mismo ocurrió con He Jiankui y sus dos bebés modificados genéticamente para crear una resistencia a importantes virus, entre ellos el del VIH. Claro que el trabajo de este físico causó un impacto negativo, incluso dentro de sus colegas y compatriotas, ya que la polémica ética que siguió su publicación en la revista del MIT repercutió en todo el mundo.
Los miedos de occidente
En este trabajo, no sólo se escuchan aplausos y sorpresas, los temores de occidente también han acompañado el desarrollo de China en ciencia y tecnología. Esto debido al régimen autoritario que impera en el país asiático, ya que el desarrollo de armamento es también uno de los puntos que Xi ha potenciado en su afán de posicionarse como un líder en la materia.
En su último número, The Economist plasmó la situación detallando que "un superpoder científico envuelto en una dictadura de un partido único es, de hecho, intimidante. Pero los efectos del crecimiento científico en China podrían no apuntar a un único camino".
Las diferencias de China frente al resto de las potencias como Estados Unidos, la Unión Europea y Rusia, recaen principalmente en la forma en que los países pueden aplicar estos desarrollos en otros aspectos como las relaciones diplomáticas que se mantienen en la actualidad.
Si bien los líderes políticos han mantenido una situación de diplomacia en la actualidad, siempre quedan rastros del resquemor sobre las aplicaciones de lo que los científicos -sigan o no los dogmas de los partidos que imperan en sus países- puedan generar.
Cuando Jiankui (en la foto) habló en la Segunda Cumbre Internacional de Edición del Genoma Humano en la Universidad de Hong Kong, algunos expertos vieron más allá y alertaron sobre la creación de personas mejoradas a nivel de su genoma para ciertas tareas. Algo que la ciencia aún no permite, pero que no necesariamente está lejos de las capacidades que la tecnología podría generar en el futuro.
Así, también se habló de la posibilidad de que la presión que está poniendo el Estado en sus investigadores empuje a algunos a llegar a sus objetivos sin mediar los caminos necesarios, incluso si aquello significa pasar a llevar la ética y los cuestionamientos morales que -algunas veces- acompañan el desarrollo científico.
De ahí que desde diversos sectores de la ciencia se está dando una mayor importancia a respetar la ética en el desarrollo científico.
Un logro tras el otro
En menos de un año China se ha ganado un importante sitial en el podio de la ciencia y los descubrimientos. Cuando el rover que actualmente recorre la superficie oculta de la Luna termine su investigación en tres meses, los hallazgos podrían darle una renovada mirada a los investigadores chinos. Lo mismo ocurre con los logros obtenidos en otros campos.
Que el Estado chino, con el apoyo de su Ministerio de Ciencia y Tecnología, esté mejorando las condiciones de los científicos y apoyando su trabajo también habla de que en el futuro muchas de las investigaciones permitirán que el país no de mayores dudas sobre su potencial en la creación de nuevas tecnologías. En esto se encuentran avances que ayuden en el mundo y, también, nuevos tipos de armamento.
Claro está que el país ya ha marcado un camino de desarrollo que sólo aumentará el interés internacional que se ha ganado durante los últimos cinco años y que, en el último tiempo, ha dado los primeros resultados de años de investigación.
Estos trabajos, enmarcados en todas la áreas científicas, podrían girar mucho más la mirada hacia oriente, pero siempre con un velo en los temores desde occidente sobre las aplicaciones que este trabajo podría traer.