Nació el 6 de julio del año '64 y tiene 5 hijos. Los tres menores con Carmen Romero, junto a quien está hace más de 23 años.
Fue padre por primera vez, muy joven, a los 24 años, pero se reconoce ausente en la crianza de los dos mayores, porque ellos debieron vivir todo el proceso en que el arquitecto se transformó en actor. "Me fui a Francia, hubo una separación de por medio, yo estaba en plena ansiedad de búsqueda de un camino", dice.
Los dos mayores son hombres: Simón (26), que estudia antroposofía en Alemania y estuvo dos años en una escuela de teatro ligada a su carrera -"es un tipo de teatro que está mucho más enfocado hacia el desarrollo humano y le educación, más que al espectáculo"- y Gabriel, de 23, que estudia para especializarse en el aceite de oliva que producirá el campo de su padre. Después, Rocío que estudia canto lírico, Ismael y Elisa; los tres en el colegio.
-Tu mujer dice que eres un padre muy querendón, ¿qué sientes por tus hijos?
"A ver, los niños generan demasiadas cosas; de partida, hay una relación afectiva sin condiciones; después, hay una responsabilidad y una ansiedad enorme por esas criaturas que van creciendo, que tienen que desarrollarse y que después tendrán que enfrentarse a la vida y yo quiero, evidentemente, como papá, que les vaya muy bien, que no les pase nada malo… soy un poco sobreprotector (hace un gesto como recriminándose), pero… ¡bueno, es así la cosa no más!"
-¿Muy afectivo?
"Sí mucho, pero medio gruñón a veces, medio neura otras, es que, de repente, estoy cansado". (lo dice como disculpándose).
Pancho es el menor de cinco hermanos, todos hombres y se declara muy, muy regalón. Estudió en el Verbo Divino y después arquitectura en la UC.
-¡Y saliste revolucionario igual!
"Igual, igual. No sé, venía de antes".
Ni sabe si tiene hobbies, pero le encanta la música y cada vez que puede se aventura, sale de paseo. "Hace poco nos fuimos con los chicos a Chillán, todo el grupo, por primera vez. Nos fuimos a esquiar gracias a un regalo de TVN…¡fue alucinante! Es que me gusta la conquista… (se queda pensando)… de terrenos, de espacios, de…"
-¡Eres muy coqueto!
"Bueno, ¡eso es más que un hobby!"
También por estos días lanza su aceite de oliva, del que todavía no puede contar el nombre; un proyecto que nació hace unos cinco años, después de comprar un campo en Catapilco, a donde se arranca cuando puede.
-¿Qué deportes te gustan?
"Esquí es lo que más me gusta hacer en esta época, cuando tengo tiempo, pero se hace poquito, por lo mismo; si no, gimnasio".
-¿Qué tipo de música te gusta?
"Soy bastante transversal. En realidad, me dejo llevar por mis cabros que son los que van poniendo la pauta musical en la casa. Hace unos días atrás caí en un CD de John Lennon y, de verdad, me encanta. Los Beatles me gustan mucho, debo confesarlo… Viejos, pero no sé si los han superado.
"Además es una versión de John Lennon de los Beatles, en la que hay partes en que él se sale de libreto y hace comentarios y se ríe".
-¿Lectura?
"En lo último que me he metido es en la historia de Chile. Me he internado por una cosa personal, pero, también, en busca de historias para contar; creo que hay un material maravilloso ahí.
"Me parece que la historia que se enseña en Chile es, en general, de último nivel, muy acartonada y moldeada de una forma en la que no se entiende realmente cómo se forjó este país. Cuando uno revisa los textos, va entendiendo cómo las pasiones, las emociones, las relaciones de familia, de poder económico, van armando la nación y van llevando como ovejas, a los que no están en el poder. Igual que ahora, pero empezó hace mucho rato ya".
Pancho Reyes se despide casi corriendo, ya lo han venido a buscar dos veces, porque "Criminal" está por empezar y sus compañeros -Diego Muñoz, Nicolás Saavedra y Mariana Loyola- están caracterizados y un poco nerviosos porque no está listo. Él, sin embargo, no pierde su simpatía y el ritmo calmo que lo caracteriza, se da tiempo para las fotos y para una última pregunta, sin estresarse.
-Vicio privado ¿tienes?
"Pasarlo bien… de cualquier forma".
