SANTIAGO.- La líder del partido Una Nación, Pauline Hanson, eligió una inusual manera para llevar su campaña anti velo islámico hasta el Parlamento australiano, causando las risas aunque también el enojo de los presentes.
Hanson llegó hasta la sede legislativa vistiendo una burka, la conocida prenda que utilizan las mujeres musulmanas para cubrir por completo su rostro cuando se encuentran en público.
Después de unos minutos, la senadora se retiró el velo y señaló: "Estoy muy feliz de quitármelo, porque esto no debería pertenecer a este Parlamento".
"A la luz de la seguridad de esta nación, ¿trabajarán para prohibir la burka en Australia?", preguntó luego Hanson a los presentes.
La senadora explicó que Australia ha sido blanco de amenazas terroristas y que muchos ciudadanos están muy asustados. En este sentido, la política aseguró que la burka era "un asunto importante" de cara a una Australia moderna.
La aparición de la política vistiendo una burka en la sede legislativa causó tal conmoción, que el presidente del Senado, Stephen Parry, tuvo que pedir orden y aclarar que su identidad había sido confirmada antes de ingresar al recinto.
En tanto, opositores a Hanson cuestionaron la forma en que llegó vestida. "Entiendo que ella no es musulmana, no tiene fe islámica. ¿Puedo venir mañana vestido con un disfraz sin que se me diga nada?", cuestionó el senador Derryn Hinch, del Partido de la Justicia.
Por su parte, el procurador general George Brandis advirtió a la senadora que su actitud puede ofender a muchos ciudadanos. "Hay cerca de 500 mil australianos en este país con fe islámica. Y la gran mayoría de ellos son buenos australianos respetuosos de la ley", enfatizó Brandis.