SANTIAGO.- La estadounidense
Cyntoia Brown (29) fue arrestada en 2004 y condenada a cadena perpetua dos años después. ¿La razón?
Mató de un disparo en la cabeza a Jhonny Allen, un hombre de 43 años que la llevó a su casa para tener sexo.
Cyntoia era entonces una adolescente de 16 años, que se prostituía en las calles por órdenes de un proxeneta drogadicto y violento al que llamaban "Cut throat" (corta gargantas). Según la mujer, él abusaba de ella psicológica y sexualmente.
La noche de 7 de agosto de 2004, Allen llevó a Cyntoia a su casa en Nashville, Tenessee. De acuerdo a su testimonio, el hombre le mostró su colección de armas de fuego y le dijo que había sido francotirador en el Ejército.
Cyntoia recordó que la revelación la puso muy nerviosa. No obstante, se quedó con él y luego se fueron a la cama.
"Él me agarró en medio de las piernas, me agarró muy duro. Comencé a pensar que me iba a golpear o hacerme algo por el estilo…", relató en el juicio.
Acto seguido, Allen se dio medio vuelta en la cama, lo que provocó pánico en Cyntoia, quien pensó que el hombre estaba buscando un arma. Convencida de que la mataría, la joven tomó un arma que "Cut throat" le había entregado y mató a Allen con un disparo en la cabeza.
El juicio y las muestras de apoyo
En 2006 Cyntoia fue condenada a cadena perpetua y podrá solicitar la libertad condicional recién cuando tenga 69 años. A pesar de tener 16 años cuando cometió el crimen, fue juzgada como adulto y aunque alegó haber actuado en defensa propia, los fiscales aseguraron que había matado al hombre para robarle.
Sin embargo, posteriormente las leyes del estado de Tennessee fueron modificadas de manera que si el caso hubiera ocurrido hoy, Cyntoia no sería condenada a cadena perpetua como una prostituta que mató a un cliente, sino que sería tratada como una víctima de tráfico de menores.
Es precisamente esto lo que ha llevado a celebridades como Rihanna, Kim Kardashian y Cara Delevigne, a alzar la voz en su defensa y a pedir su liberación en mensajes a través de las redes sociales con el hashtag #FreeCyntoiaBrown.
Asimismo, más de 186 mil personas ya han firmado una petición solicitando el perdón presidencial.
Sin embargo, no todos están a favor de la causa. Jeff Burks, el fiscal que logró la condena de Cyntoia, opina algo muy distinto y argumenta que "ella no era solo alguien que cometió un error. Era una persona muy peligrosa. Ella tomó sus decisiones".
En los años que ha pasado tras las rejas, Cyntoia ha realizado esfuerzos para enfrentar su situación y se ha convertido en mentora de otras mujeres dentro de la cárcel. En 2016 obtuvo un título de la Universidad Lipscomb, el que cursó en la misma prisión, y ahora trabaja para conseguir una segunda titulación.
