El Tribunal Supremo indio había autorizado la muerte del animal, siempre que los calmantes no hicieran efecto. (Imagen de referencia)
AFP
BOMBAY.- "T-1", la tigresa a la que se le atribuyó la muerte de trece personas en la India, murió por un disparo el viernes, tras seis meses en que las autoridades destinaron desde soldados a francotiradores y hasta perfumes de hombre para su captura.
La muerte de la llamada "tigresa asesina" significó el alivio para algunos asustados aldeanos, pero desde los grupos animalistas -que la bautizaron como "Avni"-, ha generado diversas críticas por la forma en que acabaron con su vida.
El animal murió en la selva del estado de Maharashtra (centro-oeste), y según los medios de comunicación, no se utilizó previamente ningún calmante para intentar adormecerlo, pese a que se esperaba que esa sería la primera medida antes de evaluar la posibilidad de acabar con su vida.
De hecho, e
l Tribunal Supremo indio había autorizado la operación, aunque el tigre es una especie en vías de extinción en el país. Pero la instancia había especificado que el animal podría ser abatido si los calmantes no hacían efecto.
"Avni" tenía dos cachorros de diez meses y se la consideraba responsable de la muerte de trece personas desde junio de 2016. Su primera víctima fue una mujer cuyo cadáver fue encontrado en una plantación de algodón. Desde entonces, la mayoría fueron pastores.
Un conservador a cargo de bosques en India, A. K. Mishra, dijo al Indian Express que a la tigresa se le disparó un dardo tranquilizante. "Pero ella atacó al equipo, obligando a Asghar (Ali Khan, hijo de un famoso cazador en India, Shafath Ali Khan) a disparar en defensa propia. La tigresa murió de un solo disparo", comentó.
Sin embargo, esta versión es cuestionada por varias fuentes citadas por el Times of India, según las cuales se inyectó el tranquilizante al animal después de su muerte.
Un activista local de derechos de los animales, Jerryl Banait, considera que este fue un "asesinato a sangre fría", y
la ministra india de Desarrollo de la Mujer y el Niño, Maneka Gandhi, calificó el caso de "brutal asesinato" y desveló que la muerte de "Avni" es parte de una trama mayor.
Según Gandhi, Shafath Ali Khan es también culpable de la muerte de tres tigres, diez leopardos, unos cuantos elefantes y unos 300 jabalíes en la zona de Chandrapur; y criticó que haya sido el hijo del cazador el que apretó el gatillo para matar a "T-1".
"Su hijo no estaba autorizado para matar, esto es evidentemente ilegal. A pesar de que los oficiales forestales estaban comprometidos a tranquilizar, capturar y poner en cuarentena a la tigresa, el tirador de gatillo fácil la mató", agregó.
La ministra mostró su preocupación por los dos cachorros que han quedado huérfanos, al tiempo que prometió ir en contra del "asesinato" legal y políticamente.
Las autoridades han puesto en marcha un programa para preservar la población de tigres en India. Su número alcanza a más de 2.200 ejemplares, según un último censo de 2014, habiendo registrado un mínimo de 1.500.