La publicación de la periodista
Sara Carbonero (35), esposa del arquero español Iker Casillas, donde anunciaba que había sido sometida a una cirugía por un tumor maligno de ovario, causó la sorpresa de muchos.
A través de sus redes sociales, Carbonero explicó que gracias a que el tumor había sido detectado a tiempo pudo ser sometida a la
intervención quirúrgica y durante los próximos meses seguirá con el tratamiento correspondiente. Sin embargo, escuchar el diagnóstico de
cáncer de ovario no fue fácil ni para ella y no lo es para nadie. Pero, ¿qué es este tipo de cáncer?, y ¿a quiénes afecta?
El
cáncer de ovario es una enfermedad que afecta al aparato reproductor femenino, más específicamente a sus dos ovarios, los que van uno a cada lado del útero. Estos, son los encargados de producir los óvulos y las hormonas estrógeno y progesterona, según informa la Clínica Mayo.
El ginecólogo-oncólogo de la Clínica Cuidad del Mar,
Jaime Cartagena, explica que se debe distinguir dos tipos de etapas de cáncer de ovario,
el avanzado y el precoz. El primero, es cuando el cáncer se esparce por otras estructuras que no son solo el ovario, como el abdomen o la pelvis. Y el segundo, habitualmente se presenta solo en el órgano reproductor y es más fácil de tratar.
Generalmente, este cáncer se detecta cuando ya está expandido en otras áreas y es más difícil de tratar, a diferencia de cuando se encuentra en estado temprano y existen más posibilidades de que el tratamiento sea exitoso.
Síntomas
El médico explica que en las etapas precoces de este cáncer los síntomas son
poco frecuentes, a menos de que se trate de lesiones grandes que ocupen más espacio. En estos casos, la gran mayoría son descubiertos por
hallazgos en algún examen ginecológico o de imágenes.
Sin embargo, cuando se trata de un
cáncer avanzado los síntomas son similares a los de una enfermedad grave. "Te va debilitando, produce alteraciones para comer, dolores abdominales similares al colon irritable, te hinchas, te caen mal las comidas, empiezas a perder peso", informa Cartagena.
En este último caso, el médico enfatiza en que esta enfermedad no parte siendo precoz y después empeora, sino que empieza siendo avanzada. "
Por eso no se puede prevenir, porque en semanas estás sana y en semanas tienes un cáncer avanzado, el perfil biológico de la enfermedad hace que sea muy rápida", asegura.
Sin embargo, cuando se habla de un
cáncer precoz el escenario es distinto, ya que el
pronóstico es muy bueno. "Está en casi todas las estadísticas por arriba del 93 por ciento de sobrevivencia a cinco años, lo que significa que todas las pacientes están vivas al año cinco de seguimiento", señala el médico.
Tratamiento y fertilidad
Para el tratamiento de la enfermedad usualmente se requiere de una
intervención quirúrgica al área afectada y sesiones de quimioterapia. "Cuando debutan en etapa precoz, puede ser en uno o en los dos ovarios, pero generalmente es en uno, y por lo tanto se puede preservar el otro ovario sano y también el útero y la trompa del otro lado para poder preservar fertilidad", señala el especialista.
Sin embargo, cuando es en etapa avanzada la situación cambia, ya que muchas veces son más los órganos que están comprometidos y se debe ser más agresivo en el tratamiento. "Más allá de preservar la fertilidad
se habla de preservar la vida por lo tanto la cirugía es completa", señala Cartagena.
"
El pilar fundamental es la cirugía. Para las pacientes de avanzado es cirugía de máximo esfuerzo, significa una cirugía que empieza a sacar toda la enfermedad desde donde esté, con grandes resecciones incluso intestinales, el bazo, colon, diafragma, lo que sea que haya que sacar, más quimioterapia", relata Cartagena.
Con respecto al uso de
anticonceptivos, el médico explica que muchos estudios han acreditado que estos son protectores de la enfermedad.
Recomendaciones
Lamentablemente para este tipo de cáncer
no hay una forma de prevenirlo. Cuando se descubren estas masas en los órganos reproductores se les llaman hallazgos, ya que puede suceder que el paciente vaya a su control rutinario y no le encuentren nada, pero a las pocas semanas se le desarrolle el cáncer.
Sin embargo, los controles anuales al ginecólogo a realizarse exámenes de rutina como el
Papanicolau (PAP) o el control de las pastillas anticonceptivas, pueden ayudar a mantenerse en constante revisión médica.
Por otro lado, está el tema genético. El médico asegura que
todos los cánceres son genéticos, pero que cuando se habla de hereditarios significa que la tendencia se podría heredar a la descendencia del paciente. "En el caso del cáncer avanzado, el 10 por ciento de las afectadas son hereditarias", asegura, agregando que el 90 por ciento restante que también es genético no es una mutación que se pueda heredar.
En la población donde existen
antecedentes familiares respecto a estos tipos de cáncer, Cartagena asegura que es relevante el
chequeo constante a los ovarios. Lo habitual es que mujeres desde los 50 años en adelante puedan desarrollar esta enfermedad, pero con las mutaciones genéticas se puede adelantar un posible cáncer.