COLONIA, Alemania.- La selección brasileña de fútbol cedió un empate 2-2 ante Japón a dos minutos del final del partido, pero ese resultado le alcanzó para avanzar a la semifinal en la Copa de las Confederaciones, en que enfrentará a Alemania.
Brasil se puso en ventaja a los 10 minutos por medio de Robinho, pero Japón igualó a los 27' con un impresionante gol de Shunsuke Nakamura. Los brasileños volvieron a ponerse en ventaja a los 32 con un gol de Ronaldinho, pero el equipo oriental decretó a igualdad a los 88' con un tanto de Masashi Oguro.
Con este resultado, los pentacampeones del mundo terminaron la primera fase de la Copa de las Confederaciones en segundo lugar del Grupo B, y se medirán el sábado a la selección alemana, líder del Grupo A, en la ciudad de Nuremberg. Japón, por su parte, quedó eliminado.
Japón dejó claro desde los primeros minutos que estaba dispuesto a enfrentar a Brasil de igual a igual basándose en la velocidad de sus jugadores y, con apenas cuatro minutos de juego, Akira Kaji burló la defensa y consiguió un tiro rasante que terminó en la red brasileña.
La jugada fue anulada porque Kaji estaba en posición adelantada, pero mostró a Brasil que no podía marcar a los hombres de Japón individualmente o la velocidad de los orientales haría la diferencia.
Pero Brasil tenía sus propios argumentos, y con apenas 10 minutos de juego se puso en ventaja en una jugada clásica de su talento.
En un tiro de esquina favorable a Japón, Ronaldinho capturó un rebote en territorio brasileño y avanzó en velocidad por el medio. Robinho, que avanzaba por la derecha, cruzó por detrás de Ronaldinho y recibió el balón para rematar de pie izquierdo y decretar el 1-0.
La ventaja de 1-0 pareció tranquilizar a los brasileños, que cedieron peligrosamente espacio en el centro del terreno, y por allí Japón comenzó a encontrar espacios para sus lanzamientos en profundidad.
A los 27 minutos de juego, Shunsuke Nakamura recibió el balón en territorio basileño sin marcadores a la vista y lanzó un violentísimo disparo desde unos 25 metros que se coló a la derecha del arquero Marco, para el inesperado 1-1 en el marcador.
Pero la alegría nipona duró entonces apenas cinco minutos, ya que a los 32' Brasil volvió a mostrar que sus jugadores tiene capacidad para resolver situaciones con pocos toques del balón, cuando tienen el espacio para ello.
Kaká ingresó en diagonal desde la derecha y habilitó a Robinho por el flanco izquierdo, y el habilidoso atacante lanzó sutilmente un disparo cruzado al centro por donde Ronaldinho apareció en velocidad para meter el zapatazo y estampar el 2-1 en el marcador.
En el arranque del segundo tiempo, Japón lanzó al terreno a Masashi Oguro, en busca de más velocidad en las incursiones por el centro de la zaga brasileña, y con base a esa velocidad Yanagisawa consiguió un disparo franco que obligó a Marcos a una esforzada defensa.
Brasil pronto percibió que la velocidad que Japón proponía nacía de su mediocampo, y por ello retiró dos hombres de fuerte presencia ofensiva como Kaká y Adriano, para lanzar un jugador de recuperación, Renato, y puso al mediocampista Julio Baptista como un atacante neto.
Sin embargo, cuando todo indicaba que Brasil se alzaría con la victoria, Oguro empató al aprovechar un rebote frente al arco y mandar a la red brasileña.
