SANTIAGO.- Los salarios reales en América Latina y el Caribe registraron un aumento de 2,2 por ciento durante 2009, que fue el año de mayor impacto de la crisis, de acuerdo con un Informe Mundial presentado hoy en el marco de la 17ª Reunión Regional Americana en Santiago.
La Directora del Departamento de condiciones de trabajo de la OIT, Manuela Tomei, quien presentó en Chile el Informe Mundial sobre los Salarios, destacó que ese crecimiento de los salarios reales en la región fue superior al que se había registrado en 2008 antes que se desatara la crisis en toda su magnitud, cuando subieron 1,9 por ciento.
El informe agrega que el crecimiento acumulado de los salarios reales en América Latina y el Caribe ha sido moderado al considerar el crecimiento registrado durante la última década. Por ejemplo, entre 2000 y 2007 el crecimiento fue de 1,2 por ciento al año.
El documento analiza datos de 115 países o el equivalente al 94 por ciento de los casi mil 400 millones de asalariados en el mundo. Tomei dijo que si se excluye a China, el crecimiento de salarios reales al nivel mundial fue de 0.8 por ciento en 2008 y 0.7 por ciento en 2009.
"Si tenemos en cuenta los malos pronósticos al inicio de la crisis, el resultado alcanzado en la región fue sorprendente", dijo el especialista de la OIT Andrés Marinakis, autor de un análisis sobre los Salarios en América Latina que fue presentado en esta reunión junto con el Informe Mundial. Advirtió, sin embargo, que esta cifra debe considerar otros factores, como por ejemplo la baja inflación.
"Esto significa que en la práctica hubo y leve aumento del salario real promedio entre 2008 y 2009, y un factor determinante para que se haya producido esa variación fue la brusca baja de la inflación regional", agregó Marinakis. La caída del aumento en el índice promedio de precios fue de 9,6 por ciento en 2008 a 3,9 por ciento en 2009.
Ese descenso de la inflación permitió que el crecimiento de los salaios reales aumentara moderadamente aún cuando la tasa de aumento de los salarios nominales de la región baó de 11,5 por ciento a 6 por ciento en 2009.
El salario real se obtiene de comparar el aumento de los salarios nominales con la variación de la inflación.
Marinakis destacó que los salarios son un indicador relevante durante las crisis, cuando la menor demanda de exportaciones implica una mayor dependencia de los mercados internos, "para lo cual es fundamental mantener el empleo y también los ingresos".
"Esta crisis en Latinoamérica fue enfrentada de forma diferente, se buscaron mecanismos para proteger el empleo y los salarios en la medida de las posibilidades de cada país", comentó.
Destacó que un ejemplo fueron las políticas de salario mínimo. De un grupo de 22 países de América Latina y el Caribe, 18 reajustaron el salario mínimo, y esa variación también resultó positiva debido al descenso de la inflación.
"La política de salario mínimo evitó la deflación salarial, y eso fue un acierto", comentó Marinakis. Precisó que "sirvieron para proteger el poder adquisitivo de los salarios más bajos y así el consumo, sin comprometer al empleo".