DUBLÍN.- La carta del Papa Benedicto XVI en la que expresa "vergüenza" y "remordimientos" por los abusos sexuales de clérigos católicos a niños en Irlanda deja muchas cuestiones sin respuesta, consideró el sábado una de las principales asociaciones de víctimas.
John Kelly, de Survivors of Child Abuse (supervivientes de abusos a menores) acogió positivamente algunos aspectos de la carta pero consideró que ésta "expresa más aspiraciones que sustancia".
Maeve Lewis, directora ejecutiva de "One in Four" (Uno de cada Cuatro), afirmó que "sentimos que la carta se queda corta a la hora de tratar las preocupaciones de las víctimas".
En su opinión, en su misiva, el Papa dirige sus críticas principalmente hacia los curas irlandeses de bajo rango, al tiempo que se olvida de la responsabilidad del Vaticano en los abusos sexuales de menores, no sólo en Irlanda sino en todo el mundo.
Tampoco pide, recalcó Lewis, la dimisión del primado de la Iglesia Católica irlandesa, el cardenal Séan Brady, tal y como vienen reclamando todos los grupos de víctimas.
Otra víctima de los abusos sexuales, Andrew Madden, consideró hoy en un comunicado que la carta "no aborda este asunto con total seriedad".
"El contexto es, por supuesto, inapropiado, ya que -explicó Madden-, por definición, una Carta pastoral está dirigida sólo a los católicos practicantes y, por tanto, hace caso omiso de mucha otra gente que se ha visto afectada por esta cuestión".
"Como habíamos previsto, la carta tampoco aborda ninguno de los asuntos que hemos presentado yo mismo y otros grupos en nuestra carta abierta al Papa del pasado mes", añadió.
Aquel texto pedía, además de la disculpa, una admisión de culpabilidad del Vaticano por sus propios fracasos e instaba al Papa a aceptar la dimisión de varios altos cargos irlandeses, incluida la del cardenal Brady.
Benedicto XVI expresó la "vergüenza" y los "remordimientos" de toda la Iglesia frente al escándalo de pedofilia en el clero irlandés, en una carta a los católicos de Irlanda publicada el sábado por el Vaticano.
En la carta, que será leída el domingo en todas las parroquias irlandesas, Benedicto XVI afirma que los sacerdotes culpables de abusos sexuales tendrán que responder no sólo "ante Dios" sino también ante la justicia ordinaria.