Stefano Casiraghi, el segundo marido de Carolina, falleció piloteando una lancha. |
SANTIAGO.- Se cuenta que en el siglo XIX, el Príncipe Rainiero I quien vivía en Mónaco, dejó plantada a una amante que era gitana. Presa de la rabia, la mujer le lanzó una maldición: "Ningún Grimaldi encontrará felicidad en el matrimonio".
Los hechos ocurridos en la última mitad del siglo XX han reafirmado la leyenda. Existe algo que impide la felicidad a los integrantes de la familia Grimaldi.
Los padres del príncipe Rainiero III terminaron divorciados. El propio príncipe quedó viudo luego de que la princesa Grace Kelly muriera el 13 de septiembre de 1982 en un dramático y misterioso accidente automovilístico.
Y la suerte de sus hijas no ha sido mejor: el primer matrimonio de Carolina (la hija mayor) con el francés Philippe Junot, descrito como un "playboy" acabó en un amargo divorcio. Sin embargo, logró reponerse y se casó con Stefano Casiraghi. Pero el 3 de octubre de 1990 la tragedia apareció nuevamente en su vida cuando el joven italiano se mató en piloteando una lancha rápida, dejando tres hijos: Andrea, Pierre y Charlotte.
La atractiva viuda, que ya esperaba a su hija Alexandra, se casó por tercera vez, ahora con un amigo de infancia Ernst de Hannover.
La menor de los Grimaldi, Estefanía no corrió mejor suerte. Casada con su guardaespaldas, Daniel Ducruet, terminó su matrimonio luego de que su marido la engañara con una modelo belga y los detalles aparecieran diversas revistas europeas. Con Ducruet tuvo dos hijos Louis y Pauline.
Estefanía terminó su matrimonio con Daniel Ducruet luego que éste la engañara con una modelo belga. |
Tras su primer compromiso intentó vincularse otra vez con los hombres de su personal de seguridad, aunque con Jean Raymond Gottlieb, al parecer padre de su hija Camilla, el romance no duró mucho.
Ya más segura dio el sí por segunda vez al acróbata Adans Lopes Peres, con quien apenas duró 10 meses casada.
El único hijo hombre de Rainiero, el príncipe heredero Alberto de 46 años, es reacio a casarse y formar una familia. Modelos famosas de la talla de Naomi Campbell y Carla Bruni han sido vinculadas con él, pero no han logrado cambiar la opinión del jet set europeo y las revistas de crónica rosa quienes rumorean acerca de su homosexualidad.
La sucesión
Pese a que Mónaco es un Estado independiente, sus relaciones con Francia son muy estrechas. Tanto así que hay un tratado de 1918 establece la protección por parte de París de su soberanía. Pero de producirse un vacío de poder, es decir, al no haber heredero, los franceses recuperarán el principado.
Y como Alberto no tiene descendencia, Rainiero modificó en 2002 la Constitución monegasca para que el hijo mayor de Carolina, Andrea Casiraghi, pueda ocupar algún día el trono de Mónaco, reduciendo de 21 a 18 años la edad para poder acceder al trono.
Una reforma consistió en otorgar a su nieto la mayoría de edad a los 18 años, en lugar de los 21, y la segunda, en hacerlo subir varios escalafones en la línea de sucesión.
Estos cambios permiten a las princesas Carolina y Estafanía ser también herederas del trono. Según los expertos, Carolina al casarse con Ernesto de Hannover se ha convertido en una princesa alemana y ya no tendría interés en asumir dicha responsabilidad, por lo que abdicaría a favor de su hijo mayor, Andrea.
| Los descendientes del Príncipe |
 Alberto
Con el título de Marqués de Baux, a los 46 años es el heredero del principado. Reacio a tener una esposa, se le ha vinculado a varias actrices y modelos.
 Carolina
La primogénita del príncipe Rainiero y Grace es quien más cerca ha estado siempre de su padre. A la muerte de su madre tomó algunas de sus responsabilidades, especialmente sociales.
 Estefanía
Es la menor y más díscola de los hijos. Conocida como la "princesa rebelde" ha sido cantante, modelo y diseñadora. Tiene tres hijos, la última de padre desconocido. |
