Este plan fue la culminación de una década de política nazi bajo el gobierno de Hitler. No se sabe, sin embargo, la fecha exacta en que se optó por este plan de aniquilar completamente a los judíos. A partir de entonces, la persecución y segregación se realizó en varias etapas.
Una vez alcanzado el poder en 1933, los nazis implementaron programas antijudíos. Una legislación antisemita (las “Leyes de Nuremberg”), boicots, “arianización” y los “pogroms de Kristallnacht”, tuvieron por objeto aislar sistemáticamente a los judíos de la sociedad alemana y forzarlos a salir del país.
Durante esta época, los médicos nazis realizaron experimentos médicos que buscaban encontrar pruebas físicas de la superioridad aria. Miles de prisioneros -no arios- murieron en este intento, pero los nazis no pudieron establecer ninguna evidencia empírica que avalara sus teorías acerca de las diferencias biológicas de raza entre los seres humanos.
A partir de 1939 se desarrolló un cuidadoso procedimiento para agrupar y eventualmente aniquilar a los judíos. Crearon los ghettos, en que los judíos polacos y de Europa occidental fueron concentrados.
Dos años después, durante la invasión a la Unión Soviética, se organizaron los Einsatzgruppen -equipos móviles de matanza- que eliminaban (con fusilamientos y camiones de gas principalmente) a comunidades de judíos completas.
En los territorios orientales ocupados de Polonia y la Unión Soviética los líderes nazis emprendieron una “limpieza de caza étnica” como ellos llamaron a su cruenta cruzada. Sin embargo, la estrategia de los Einsatzgruppen pronto fue considerada “ineficiente y psicológicamente difícil para los ejecutantes”, por lo que se buscó “una solución completa del problema judío”. “Aktion Reinhard” fue el nombre en clave dado a la operación “Solución Final”.
Se crearon entonces campos de exterminio para realizar asesinatos en masa, diferentes de los campos de concentración que eran usados básicamente como centros de detención y trabajo. Al llegar los judíos, éstos eran enviados directamente a las cámaras de gas.
Una estela de muerte sin precedentes fue el resultado. Casi dos tercios de los judíos que vivían en Europa en 1939, fueron eliminados por la cruel “Solución Final”.