Portman es la clara favorita para hacerse acreedora de un Oscar tras
haber conseguido el SAG y el Globo de Oro como Mejor Actriz de Drama,
además de estar a la espera de los resultados de los Bafta. Además, su
rol en "El cisne negro" requirió gran esfuerzo físico de parte de
Portman: ya que debió entrenar varias horas al día durante varios
meses para lograr una interpretación creíble de una bailarina
profesional; y ese nivel de compromiso por un rol le fascina a la
Academia. La actriz ya contaba con otra nominación al Oscar, pero como
Mejor Actriz Secundaria por "Closer".