Un día mucho más largo de lo normal fue el que tuvo Estados Unidos el 11 de septiembre de 2001. Desde la hora en que el plan terrorista se puso en marcha hasta el discurso de George W. Bush: una jornada que nunca se olvidará.
Con apenas 18 minutos de diferencia, dos aviones comerciales chocaron contra las dos Torres Gemelas del World Trade Center. En menos de una hora y media, ambas se transformaron en escombros.
Cuatro vuelos fueron secuestrados la fatídica mañana del 11 de septiembre. La ruta de dos American Airlines y dos United Airlines cambiaría el destino de Estados Unidos.
Diecinueve terroristas tomaron el poder de los cuatro vuelos. La mayoría de ellos ubicados en primera clase, y con un piloto entrenado en cada grupo, todos sabían que su destino era la muerte.
Fue el ícono de Nueva York y tras su caída la ciudad se alista para inaugurar un nuevo World Trade Center que albergará a importantes compañías y un memorial para recordar a las víctimas de los ataques.